Una representación de cinco chicos y una chica, todos de nacionalidad dominicana, quienes raparon sus cabezas junto a otros cuatro, como gesto de solidaridad a causa de la pérdida de cabello del líder latinoamericano, producto del tratamiento con quimioterapia, llegaron a Venezuela.

El presidente Hugo Chávez expresó este sábado su agradecimiento por el gesto de amor.

Con estas palabras, el jefe de Estado dedicó unas líneas a los jóvenes en su columna Notas de retaguardia, publicadas en el diario impreso Correo del Orinoco este sábado:

“Me entero por la maravillosa Telesur de unos jóvenes dominicanos que se pelaron el coco en solidaridad con este humilde servidor… ¡Ay! ¡Quién pudiera abrazarlos, muchachos y muchacha!”, dijo.

Conmovido por las expresiones de espiritualidad los bendijo: «¿Saben una cosa? Yo quiero mucho al pueblo dominicano y guardo de esa Patria infinitos y bellos recuerdos de mis andares por allí, en otros tiempos de mi vida. Veo que son miembros del grupo cristiano Paz Dominicana. Digo con ustedes: “Si Cristo con nosotros, ¿quién contra nosotros?”. ¡Que Dios me los bendiga, muchachos!».

Este acto de fe ha causado revuelo en los medios de comunicación latinoamericanos, los que han recogido el sentir de estos jóvenes pertenecientes al grupo cristiano Paz Dominicana.

Leydi Jiménez, de 26 años, única mujer del grupo cristiano que participó en el acto espiritual, dijo: “Quiero darle gracias a Dios que nos da esta fuerza para llevar este voto, nos sentimos ya solidarios con el presidente Chávez”.

Luego cortar completamente su larga cabellera, esta joven cristiana elevó su oración con estas palabras: “Hacemos este voto a Dios por la salud del presidente Chávez. Por ese Presidente que ha venido a transformar a Latinoamérica. Ese Presidente que ha venido a transformar las relaciones de las naciones hermanas. Agradecemos a Dios esta ofrenda, la fuerza espiritual que nos da y sabemos que Él la acoge. Estamos confiados en la convicción de amor de los pueblos de América Latina y de su Venezuela amada”.

Rafael Guillén dijo que este gesto fue realizado con fe “para que el comandante Chávez se sane, así como cualquier cosa que haya que hacer en aras de que tengamos países más justos, más dignos y más llenos de amor”.