Ante la reunión del Consejo Europeo, del 23 y 24 de octubre, que decidirá la
nueva política de energía y clima, 60 altos ejecutivos de la industria siderúrgica
europea firman una carta abierta dirigida a los Jefes de Estado y Gobierno
de la UE
• Proponen un sistema de comercio de derechos de emisión que funcione, con
objetivos realistas, que no grave a las plantas más eficientes, incentivando
así a mejorar a las que se encuentren por debajo de ese nivel
• La decisión sobre la nueva política a largo plazo en materia de energía y
lucha contra el cambio climático para Europa es a la vez una decisión sobre
si la industria tendrá o no cabida en la economía de la UE en el futuro
• La aplicación del nuevo marco UE en su actual redacción supondría para la
industria siderúrgica de la UE un coste de entre 70.000 y 100.000 millones
de euros
Sesenta máximos ejecutivos de la industria siderúrgica europea firman una carta abierta a los jefes de
estado y de gobierno solicitando “que el nuevo marco de actuación sobre clima y energía de la UE –que se
decidirá en la reunión del Consejo de Europa de 23-24 de octubre- no castigue a las plantas más eficientes
con costes directos o indirectos vinculados a emisiones de CO2 que mermen su competitividad a escala
mundial”.
La decisión sobre nueva política a largo plazo en materia de energía y lucha contra el cambio climático en
Europa es a la vez la decisión sobre si la industria tendrá o no cabida en Europa en el futuro. “Todos
nosotros –aseguran los 60 CEO- compartimos la ambición de encontrar una respuesta efectiva frente al
cambio climático, para lo que es necesaria una política que apoye la existencia de una sólida industria con
los puestos de trabajo que ésta representa en Europa”.
El proyecto de marco político europeo en materia de energía y lucha contra el cambio climático con el
horizonte 2030, en su redacción actual, pone en grave peligro 335.000 puestos de trabajo directos y 1,5
millones de indirectos en la industria siderúrgica. La aplicación de esta política podría suponer para la
industria siderúrgica de la UE un coste aproximado entre 70.000 y 100.000 millones de euros.
La carta abierta concluye recordando a los Jefes de Estado su compromiso de hace unos meses:“en marzo
de 2014, los Jefes de Estado prometieron que la decisión relativa al nuevo marco político aportará las bases
necesarias para el crecimiento”. Los CEO, dicen confiar “en que se cumpla esta promesa”.
Reforma del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE
La industria siderúrgica europea considera que la Comisión Europea debería aplicar niveles de referencia
realistas, tener en cuenta el potencial real de reducción de emisiones de CO2 en esta industria y basarse en
la producción real, no en producciones históricas.
La referencia para la siderurgia debe basarse en los niveles de emisiones que puedan alcanzar las plantas
europeas más eficientes, en condiciones técnica y económicamente alcanzables. Y esas plantas más
eficientes no deberían verse obligadas a adquirir derechos de emisión de CO2 para poder desarrollar sus
actividades. Mientras que aquellas plantas con nivel de eficiencia inferior al de referencia, sí deberían
seguir pagando por derechos adicionales de emisión. Esto supondría un incentivo para mejorar, dado que,
cuando alcanzasen el nivel de referencia mediante la reducción de sus niveles de emisiones, ya no se
verían obligadas a pagar. Asimismo, desarrollando y aplicando innovadoras tecnologías contribuirían a
establecer más niveles de referencia más ambiciosos en el futuro.
La propuesta de asignar derechos de emisión en consonancia con los niveles reales de producción elimina
la necesidad de un factor de corrección, dado que los derechos de emisión se asignarían de forma precisa
desde el principio.
La industria siderúrgica necesita la compensación íntegra de los costes indirectos vinculados a emisiones
de CO2 (compensación de los costes vinculados a emisiones de CO2 incurridos por el sector eléctrico y
repercutidos en los precios de la electricidad) en todos los Estados miembros para reducir el riesgo que
supone este impacto en términos de costes.
Desde 2008, el sector del acero ha perdido más de un 15 % de su plantilla. La producción de acero bruto
en la UE se sitúa un 20 % por debajo de los niveles registrados antes de la crisis. Si no se logra un
reequilibrio entre las políticas industriales, energéticas y de lucha contra el cambio climático de la UE, el
sector siderúrgico, que aporta un 1,4 % del PIB de la UE, se debilitará aún más y con él la producción
industrial y el empleo en Europa.