Más de 7.500 alumnos con ceguera o discapacidad visual grave de todo el territorio estatal afrontan en estos días la vuelta a la actividad escolar y académica como el resto de sus compañeros y con el apoyo de la ONCE. El 99 por ciento de los estudiantes lo harán escolarizados en centros de enseñanza ordinarios, es decir, siguiendo el principio de la inclusión educativa. En el Principado de Asturias son 129 los estudiantes que se incorporan a las aulas.
La inclusión de los niños y niñas con discapacidad visual en un ámbito educativo normalizado responde a la tendencia generalizada presente en la legislación vigente de crear un único sistema donde se integren todos, prevaleciendo siempre el derecho del alumnado a recibir una atención educativa equitativa y de calidad, y respetando las necesidades específicas de cada uno de ellos, según ha indicado la ONCE en una nota de prensa este martes.
Este modelo inclusivo ha logrado que, al finalizar la Enseñanza Secundaria Obligatoria, la tasa de abandono escolar de estos alumnos sea tres veces inferior a la media española, un 9,6 por ciento frente al 23,5 por ciento de España, y dos puntos por debajo de la media europea, que se sitúa en el 11,9 por ciento, según el último informe de la agencia comunitaria de estadística Eurostat.
Por otro lado, un total de 7.526 alumnos con discapacidad visual grave recibirán una formación de calidad para acceso al empleo, de ellos el 99 por ciento están escolarizados en educación integrada en centros ordinarios.
De entre todos estos alumnos, 829 (el 11 por ciento) se preparan en la Universidad para obtener los conocimientos y aptitudes que les cualifiquen para su posterior incorporación al mercado laboral.
En el caso del Principado de Asturias la distribución de los 129 alumnos por niveles educativos es: 30 escolares corresponden a Educación Infantil; 29 son de Educación Primaria; 12 están ya en la ESO; 8 cursan Bachillerato; 4, Formación Profesional; 14 son universitarios; y 32 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.