El descubrimiento puede aclarar aspectos como nuestra relación con los neandertales. Así lo anunció el experto de Svante Pääbo, del Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology, en el congreso de la UISPP de Burgos
IPHES/DICYT En nuestros cuerpos hay dos tipos de material genético. Uno es el que se encuentra en el núcleo de la célula, compuesto por 3.000 millones de pares de bases (ADN nuclear). El otro está dentro de las mitocondrias, con 16.000 pares de bases (ADN mitocondrial). En diciembre pasado se hizo público un artículo en la revista Nature, en el que participaban miembros del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social), donde se daba a conocer que se había obtenido ADN mitocondrial de un fémur de hace 400.000 años descubierto en la Sima de los Huesos (Atapuerca), el material genético humano más antiguo hasta ahora identificado.
De su estudio se desprendía que aquellos homínidos están más próximos a la especie euroasiática conocida como Homo denisova, que los neandertales (europeos), como se había pensado hasta ahora. Esta conclusión hacía replantear el árbol evolutivo, sobre el que todavía no se sabe muy bien cómo encajan las piezas.
En este contexto, y en el marco del XVII Congreso Mundial de la Unión Científica Internacional de Ciencias Prehistóricas y protohistóricas (UISPP), que se celebra estos días en la Universidad de Burgos, el experto de Svante Pääbo, del Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology (Leipzig, Germany), anunció hoy en rueda de prensa que han conseguido muestras del ADN nuclear de fósiles encontrados en la Sima de los Huesos de Atapuerca, que debe permitir aclarar aspectos tan importantes como la relación de nuestra especie, Homo sapiens, con los neandertales, o de éstos con los denisovanos, entre otros.
Svante Pääbo, miembro del equipo que obtuvo aquel primer ADN mitocondrial, recordó: "Después de aquella investigación no quedaba claro si los homínidos de la Sima eran ancestros de los neandertales, los denisovanos, o bien, si el legado genético les había llegado por mezcla con otras poblaciones". Según el mismo científico, este enigma se podría resolver en breve, porque la base de ese mismo equipo ha trabajado con una nueva técnica que les ha permitido obtener ADN nuclear, aunque está muy degradado.
Pääbo, que se mostró entusiasmado con el proyecto Atapuerca, manifestó: "Estamos haciendo un trabajo tremendamente interesante, porque son los restos de ADN entre 5 y 10 veces más antiguos de lo que había analizado hasta ahora. El problema es que está muy degradado y se fragmenta en piezas muy pequeñas, pero hemos encontrado la manera de cómo capturarlas. Con este nuevo material podremos averiguar qué relación tenían los homínidos de la Sima de los Huesos con los neandertales, con los denisovanos y con nosotros mismos". La respuesta se podría hacer pública el próximo año.
Svante Pääbo, Eudald Carbonell y Robert Sala. FOTO: Vanessa Altès/IPHES.