El teólogo emérito José María Castillo ha acusado hoy en Santander al Gobierno que dirige José Luis Rodríguez Zapatero de “compensar” a la Iglesia con privilegios “económicos y fiscales” después de legislar en asuntos “molestos” como el aborto o el matrimonio homosexual, y ha lamentado que el Ejecutivo central no haya revocado los acuerdos firmados entre el Estado y la Santa Sede en 1979.

Así se expresó durante una rueda de prensa con motivo de su participación en el Seminario ‘XVII siglos de tolerancia/intolerancia religiosa. Del decreto de Galerio del 311 al Vaticano II’ que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), y en la que coincidió en sus argumentos con el catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado y subdirector general de las relaciones con las confesiones religiosas del Ministerio de Justicia, José María Contreras;  el teólogo y profesor de la Universidad Carlos III, Juan José Tamayo, y el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Cantabria (UC) y director del curso, Ramón Teja.

Castillo defendió que con la llegada de la democracia, España llevó a cabo una transición “política y militar pero no religiosa”, y señaló que quedan “flecos muy importantes” por resolver. De hecho, recordó que expertos juristas han reconocido la “inconstitucionalidad” del Concordato que, en su opinión, “privilegia a una confesión religiosa”.

“No cuestionar los privilegios de la Iglesia es como dar un salto a medias. Al final, te caes al río”, opinó el teólogo, quien afirmó que las “frecuentes” visitas de Benedicto XVI a España responden a distintos condicionantes que favorecen “la prepotencia de las decisiones eclesiásticas”.

En esta misma línea, Teja afirmó que “se ha creado un mito” en torno a la “combatividad” del Ejecutivo de Zapatero, y manifestó que “ningún Gobierno en la democracia ha favorecido tanto a la Iglesia como lo ha hecho el socialista”. Para defender sus argumentos, el profesor cuestionó que se haya renunciado a la elaboración de una Ley de Libertad Religiosa “muy necesaria” y que figuraba en su programa electoral.

Por su parte, Tamayo consideró que “los fanatismos, los integrismos y los fundamentalismos”, tanto de carácter religioso como político, no son fenómenos “aislados” sino problemas “muy extendidos y relevantes” que, según dijo, “están instalados en las cúpulas de las religiones”.

Por último, el catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado y subdirector general de las relaciones con las confesiones religiosas del Ministerio de Justicia apuntó que la actual situación de crisis económica hace crecer la intolerancia en la sociedad europea y criticó la “pasividad” de los poderes públicos ante las “incitaciones al odio” que se realizan en páginas web ultras.

Por la amplitud de los temas abordados, el seminario que se imparte esta semana en la UIMP va dirigido a un público muy variado, que incluye desde estudiantes universitarios y graduados en Historia, Derecho, Teología o Ciencias Políticas hasta personas que sienten interés por profundizar en el hecho religioso y conocer las relaciones entre la sociedad civil y las autoridades religiosas en el mundo actual.