El pasado domingo 17 del presente agosto se celebró el XIV Gran Capítulo de la Cofradía del Hojaldre de Torrelavega. Es de los pocos encuentros que se celebran en el estío por coincidir con las vacaciones veraniegas. En esta ocasión, después de seis años, se celebraba la la fiesta del hojaldre, lo que aumentaba el buen ambiente festivo de esta bonita ciudad cántabra, con poco más de cincuenta mil habitantes, pero que en esta ocasión, el ambiente es de una ciudad mucho mas populosa.
Aunque la distancia entre Oviedo y Torrelavega no es mucha, a nosotros se nos hizo mucho más corta a poder estrenar el nuevo tramo de la A-8 entre Pendueles y Unquera, que inauguró hace muy pocas fechas la ministra Ana Pastor. Si la promesa de la señora ministra, de dar por terminada la obra en lo que resta de año, nos sentiremos muy felices de ver culminada una obra que se inició hace 21 años y que trajo de coronilla a políticos, vecinos, conductores y demás personas , entre las que nos incluimos todos nosotros y que sufrimos el calvario de circular por esta autovia que estuvo gafada durante tantos años.
Como de costumbre, el punto de encuentro de las cofradías fue la céntrica calle Santander, donde se nos agasaja con un desayuno a base de buena princhería y donde inician su presencia las populares polkas, que vienen a ser la guinda de todas las preparaciones a base del acreditado hojaldre elaborado en este lugar de Cantabria, que según se cuenta y de seguro que es muy cierto, es reconocido mundialmente.
Curiosamente el hojaldre parte de una fórmula muy básica, que lleva como componentes la harina, mantequilla, sal y agua. Pero claro, todos los productos han de ser de suma calidad y en el obrador el maestro pastelero, es el que tiene la última palabra en la elaboración, a base de la sapiencia que le trasmitieron los ancestros de la familia.
Al referirnos a las polkas, aunque casi todo el mundo lo sabe, son unos pastelillos de hojaldre recubiertos con glasa real, que resultan exquisitos. Alguien preguntó a que se debía tan pintoresco nombre y la respuesta de una de las primeras confiteras que ideó la receta, es que este pastelillo en el momento que se hornea a doscientos grados, adquiere un movimiento, que tiene cierta similitud con los compases de aquel popular baile que hizo felices a nuestros abuelos. Mi corto entendimiento no da para tanta imaginación, pero admito el apelativo y lo primero que hago nada más aparcar en Torrelavega, es proveerme de las consabidas polkas, unas para “uso propio” y otras para regalar a los compromisos que ya están a la espera de nuestro regreso de tierras cántabras.
Lógicamente, los ciento y pico miembros de la cofradía torrelaveguense, defienden esta exquisitez culinaria, además de con la capa, con el mayor entusiasmo. Al frente como es lógico, está el Gran Maestre . Javier López Marcano, que demuestra tanto cariño a la cofradía en estos momentos, como cuando era consejero de Turismo de Cantabria. Es un hombre simpático, muy trabajador y que adorna su verbo fácil con una elocuencia elegante y cuidada, que hacen muy amenas sus locuciones. Lo que no suele ser muy frecuente.
El Gran Capítulo se celebra desde hace dos años en el Teatro Concha Espina entre cuyos actos está el nombramiento de nuevos cofrades y la distinción del Cofrade de Honor, recayendo este año, en la persona de don José Luis Bonet Ferrer que es el presidente del Grupo Freixenet. El famoso cava ocupa por lo visto el primer puesto en el mundo, en la producción de vinos espumosos. Precisamente el cofrade de esta cofradía mi buen amigo Higinio, es el delegado de ventas para Cantabria y procuró de que en el almuerzo de hermandad, no faltara el cava, para hacer el oportuno brindis de confraternidad.
El agasajado señor Bonet tuvo unas emocionadas palabras de agradecimiento por las que hacía saber, sus lazos familiares con personas entrañables de estas tierras cántabras, continuando su discurso con lo siguiente: “Me siento muy honrado porque nada de esta tierra me es ajeno. Cantabria es magnífica, para ser infinita entre otras cosas, por el hojaldre de Torrelavega”
La pareja formada por los cantantes “El malvís de Tanos” y Nando Agüeros fueron los que más aplausos recibieron, al entonar canciones regionales de forma magistral, que enardecieron al respetable público que llenaba la sala. Al final todos participamos a coro, para entonar el himno que llenó de emoción el ambiente.
Antes del almuerzo tuvimos ocasión de tomar unos vinos por los bares de la ciudad hasta la hora de la comida, que en esta ocasión tuvo lugar en una carpa instalada a la entrada del Restaurante Al Natural. Todo un acierto porque comimos en un lugar muy fresco, en nada parecido a los calores que sufrimos en el restaurante que se hacía en las veces anteriores.
Las cofradías asturianas encuadradas en FECOASTUR, tienen cada vez más presencia en los diferentes grandes capítulos. En esta ocasión, estuvieron representadas las siguientes cofradías: Doña Gontrodo, Quesu Gamoneu, el Oriciu, Circulo de Gastrónomos, Amigos quesos Principado de Asturias, Vino de Cángas, Amigos de los Nabos y Orden del Sabadiego.
Asistieron también la totalidad de las cofradías de Cantabria, así como el Vino de Baena, Vino de la Rioja y una representante de la confraría portuguesa O Rabelo. Como es lógico, acompañando a todos, la cofradía anfitriona del hojaldre de Torrelavega
Resumiendo; que el buen tiempo ayudó en la brillantez de los actos y un año mas, lo pasamos francamente bien.