Virginia Ogando tenía tres años cuando secuestraron a su madre, Stella Maris Montesano de Ogando, embarazada de ocho meses, de la que hay constancias de que estuvo en el Centro Clandestino Pozo de Banfield.
A través de un comunicado, Eduardo Duis Duhalde señaló que "a pesar de su voluntad de hacer y de su compromiso militante, Virginia no pudo superar las profundas secuelas traumáticas de su historia personal, teniendo en cuenta el horror inimaginable a que fueron sometidos quienes fueron detenidos-desaparecidos, y el no hallazgo del hermano que buscó afanosamente".
"Ni el afecto de su abuela y demás familiares, compañeros y amigos, ni la asistencia psicológica, pudieron en su caso contra las huellas imborrables de aquel descenso a los infiernos del terrorismo de Estado", dijo el funcionario y añadió que "su muerte es también un crimen imputable a los genocidas".
Duhalde expresó su "profundo dolor" por la muerte de la joven Virginia Ogando
El secretario argentino de Derechos Humanos expresó su "profundo dolor" por la decisión de Virginia Ogando, hija de padres desaparecidos, de poner fin a su vida. Señaló la joven no pudo superar las "huellas imborrables" del terrorismo de Estado y que "su muerte es también un crimen imputable a los genocidas".