Investigadores de EE UU han logrado descifrar cómo el ébola bloquea y desactiva la respuesta inmunitaria natural del organismo, una clave de su poderosa virulencia. Entender el mecanismo puede resultar crucial en el desarrollo de nuevos tratamientos para la enfermedad.
El brote de ébola en África occidental se ha cobrado la vida de más de mil personas, incluida la de Miguel Pajares, el sacerdote católico español repatriado desde Liberia la pasada semana. Según la Organización Mundial de la Salud, hasta el 90% de los infectados por ébola mueren por culpa del virus. Hoy, investigadores de varias instituciones de EE UU revelan en la revista Cell Host & Microbe cómo el ébola bloquea y desactiva la respuesta inmunitaria natural del cuerpo.
El equipo de Gaya Amarasinghe, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, ha averiguado cómo la proteína VP24 del virus del Ébola altera la respuesta inmune innata de las células. Es el primer paso fundamental en el camino que sigue el virus para provocar la enfermedad mortal.
“Sabemos desde hace tiempo que la infección por ébola obstruye un compuesto inmunológico crucial, llamado interferón”, explica Amarasinghe. Los interferones son proteínas que el sistema inmunitario produce para defenderse de los virus. Los científicos han logrado entender cómo el ébola consigue neutralizar la acción de los interferones. “Esto nos puede guiar el desarrollo de nuevos tratamientos”, asegura Amarasinghe.
Han revelado el primer paso del virus del Ébola en su camino dentro del cuerpo hacia la enfermedad mortal
Según han descubierto los investigadores, VP24 bloquea el trabajo de otra proteína, STAT1, que lleva el mensaje antiviral del interferón al núcleo e inicia una respuesta inmune urgente. Para reaccionar con rapidez, la célula abre a STAT1 una entrada de emergencia al núcleo.
“Normalmente el interferón hace que STAT1 entre en el núcleo de la célula, donde activa los genes para cientos de proteínas involucradas en la respuesta antiviral”, explica Daisy Leung, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington y coautora del trabajo. “Pero cuando VP24 se une a STAT1, no puede entrar en el núcleo”.
Una puerta a nuevos fármacos
“Una de las razones principales por las que el virus del Ébola es tan mortal es que interrumpe la respuesta inmunitaria del cuerpo a la infección”, insiste Chris Basler, de la Escuela de Medicina de Icahn en el Monte Sinaí, que también participa en el hallazgo. “Saber cómo actúa esta proteína VP24 abrirá el camino para encontrar nuevas maneras de derrotar el virus”.
Por ahora, no hay tratamientos específicos ni vacunas contra el ébola que hayan demostrado su seguridad y eficiacia en personas ni animales. Los únicos fármacos que se están utilizando para tratar de salvar la vida de algunos de los afectados por este nuevo brote son medicamentos experimentales, que jamás han sido probados antes en humanos, un paso indispensable antes de dispensar un tratamiento. No obstante, dadas las graves circunstancias de esta epidemia, la OMS ha declarado ético el uso de estos fármacos experimentales para tratar a los pacientes.
Virus del ébola. / Efe