Un estudio con participación del CSIC cartografía las poblaciones de medusas
en los océanos del planeta
La nueva herramienta permitirá analizar el impacto de la distribución de las
medusas en los ecosistemas
Un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) ha elaborado la primera base de datos planetaria sobre registros de
medusas para cartografiar sus poblaciones en los océanos. Esta herramienta
contribuye a paliar la escasa información disponible sobre la biomasa de medusas y su
distribución global. Esta carencia lastra el debate científico y mediático sobre el
comportamiento de las medusas en un océano cambiante, y sobre su impacto
ecológico. El trabajo se publica en la revista Global Ecology and Biogeography.
Los investigadores han desarrollado la Jellyfish Database Initiative (JeDI) para
cartografiar la biomasa de medusas en los 200 metros superiores de los océanos del
planeta, según explica el investigador del CSIC Carlos Duarte, biólogo en el Instituto
Mediterráneo de Estudios Avanzados. También ha servido para explorar las causas
medioambientales que motivan la distribución observada.
Con esta herramienta cualquiera puede abordar cuestiones sobre el alcance temporal
y espacial de las poblaciones de medusas, ya sea a escala local, regional o global, y sus
implicaciones en los ecosistemas, según señala el estudio, dirigido por la bióloga
marina Cathy Lucas, de la Universidad de Southampton (Reino Unido).
Empleando los datos recogidos por el JeDI, los científicos han mostrado que las
medusas y otro zooplancton gelatinoso están presentes en todos los océanos del
mundo, con las mayores concentraciones en las latitudes medias del hemisferio norte.
Al norte del océano Atlántico, los registros han mostrado que el oxígeno disuelto y la
temperatura de la superficie del mar son los principales responsables de la distribución
de la biomasa de medusas.
Este análisis espacial es un primer paso clave para establecer una base de datos de los
organismos gelatinosos a partir de la que se puedan examinar tendencias futuras y
evaluar hipótesis; en concreto aquellas que relacionan múltiples modificadores
regionales y globales de la biomasa de medusas. Los investigadores añaden que si esta
biomasa aumenta, sobre todo en el hemisferio norte, podría alterar la abundancia de
biodiversidad de zooplancton y fitoplancton. Dicha circunstancia podría tener un
efecto dominó en el funcionamiento del ecosistema, el ciclo biogeoquímico y la
biomasa de peces.
La Jellyfish Database Intiative es la primera base de datos coordinada por científicos
con registros de medusas a escala global y reúne más de 476.000 datos de información
sobre medusas y otros organismos gelatinosos. JeDI ha sido diseñada como una base
datos de acceso abierto para investigadores, medios de comunicación y público en
general, que la podrán usar como herramienta de investigación.
La base de datos está alojada en el National Center for Ecological Analysis and
Synthesis, un centro de investigación multidisciplinar. Está asociado con la Universidad
de California y se puede acceder a su base de datos a través de jedi.nceas.ucsb.edu.
El desarrollo del JeDI y una nueva evaluación dentro de un plazo de décadas permitirá
a los científicos determinar si la biomasa de medusas y su distribución se ha alterado
como consecuencia del cambio climático causado por el ser humano.