Asturias.-Este lunes se pone en circulación un sello de correos dedicado a la Cueva de Candamo, uno de los enclaves más representativos del reservorio artístico del paleolítico al sur de los Pirineos, con motivo del centenario de su redescubrimiento, pues de su existencia, quizá no de su relevancia, ya eran conocedores los pobladores de la comarca con anterioridad.Durante los meses de julio y agosto se han sucedido una serie de actos que culminarán en la última semana de agosto con un encuentro internacional con especialistas que visitarán Candamo con motivo de la excursión precongreso de la Unión Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas (UISPP)
Los actos conmemorativos servirán para acercar este excepcional patrimonio a la sociedad; para recordar la talla intelectual y científica de aquellos pioneros en el estudio y la documentación del arte rupestre; para conocer nuevas propuestas y nuevos hallazgos; para analizar y debatir aspectos de gestión y conservación que eviten los males que por desgracia han dejado huella indeleble sobre las paredes y el arte de la cueva. Pero sobre todo, para reconocer la relevancia de La Peña y de su arte, según Hernández-Pacheco “una de las más importantes de España por los numerosos grabados que encierra de la época magdaleniense, juntamente con no pocas pinturas también de los tiempos del Paleolítico superior; y una de las de más difícil estudio, para descifrar la maraña de figuras que entrecruzadas y superpuestas, llenan el espacioso muro donde nuestros ancestrales de la edad de piedra las grabaron“.
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FOTO: Vista del interior de la cueva en 1917; a la izquierda, Eduardo Hernández-Pacheco; a la derecha, escalera colocada para subir al Camarín. © Juan Cabré, CSIC