La 58 edición de la Feria de Muestras de Asturias abrió sus puertas en Gijón a las 11 de la mañana con un centenar de madrugadores. Un par de horas después -cuando abandono el recinto- la tónica era de soledad total, las calles entre los pabellones desiertos y la desolación hacía mella entre los expositores. El tiempo a mi entender era el ideal, no era un día para estar en la playa, ya que entre el fino orbayu y el sol que se mostraba juguetón, antaño se decía: "hoy, es para ir a la Feria".
Pues ni con esas la gente se dejo ver. Como anécdota, hasta el equipo de reporteros de la TPA se veía impotente para poder entrevistar a los primeros visitantes...
A lo que vamos, las grandes empresas financieras de la región están presentes, como las de telecomunicaciones, del motor y empresas relacionadas con el menaje del hogar. En el pabellón central, variedad de muestras desde bricolaje, muebles, productos de limpieza, lámparas y un largo abanico de pequeños stand. Otros pequeños pabellones, albergan desde ayuntamientos a la Universidad de Oviedo.
En el resto del recinto ferial lo que es de dominio público y creó la fama que hoy tiene este evento, "la feria del bocadillo", hay infinidad de terrazas, bares y lugares para la gastronomía. Desde "corderos a la estaca" a pulpo, paellas y ¡cómo no! los tradicionales bocatas de calamares y de todos los estilos posibles.
Este tipo de ferias, como otras que se constituyeron en su inicio como para lo que son "mostrar/enseñar" sus –sobre todo- últimas novedades, dónde los profesionales de cada ramo y tejido industrial, estaban para hacer negocios.
Hoy, es un escaparate para la pequeña hostelería. Lo positivo es que hay casi un millar de puestos de trabajo que al menos durante 15 días, se ganan unos euros para paliar sus necesidades. Jóvenes que con gran entusiasmo te ofrecían por las poco transitadas calles unos pamfletos o de palabra te invitaban a degustar un café. Cañas y refrescos a 1 euro.
Si tuviera que destacar un pabellón, me quedo con el de Gijón. Muestra un interesante conjunto de fotos, carteles y reclamos publicitarios de los tiempos en blanco y negro. Y un pequeño paseo de la fama, con las estrellas de los famosos que han visitado o actuado en Gijón, como Manolete, la Piquer, los Stones, Bruce, la Tarner, Bon Jovi, etc.
De regreso a la capital, paso por la playa, por ver si la gente mostraba sus carnes al cielo. La misma animación que en la Feria, la nota predominante la ausencia de personal. Mal pintan las cosas si esto no da un giro radical. Con decir, que había más gente concentrada en la Plaza Mayor (un par de bodas) y en las sidrerías de la zona de Cimadevilla.
Si no tiene invitación, esta es otra, no hace mucho cualquier empresa te ofrecía pases hasta decir basta. Si pasas por taquilla, estos son los precios: Festivos: Adultos (+12 años) 3,90 y hasta 12 años, 1,20 para los días laborables, respectivamente: 2,80 y 1 euro.
Ya metidos en precios, el alquiler en la playa este año para la hamaca es de 1,50 euros y la tumbona 3,50 euros.
Deseo fervientemente que la tendencia cambie para mejor en todos los aspectos, días gloriosos para la feria y que la playa esté a rebosar.