Daños colaterales en el Mercado

Daños colaterales en el Mercado

Borja Ribera. Ejecutivo de Cuentas.

 

El MAB (Mercado Alternativo Bursátil) se ha visto afectado negativamente estos últimos días. ¿Razón? Gowex, buque insignia hasta hace un mes, ha saltado por los aires.

A modo de manual de abordo expongo un pequeño resumen de lo acontecido. El 29 de junio de 2014 Gotham City Research LLC, después de hacer una minuciosa auditoria externa a Gowex destapa que el 90% de los ingresos de la compañía son falsos. A partir de ese momento se inicia un cruce de acusaciones que duran hasta el domingo 06 de julio de 2014, fecha en la que Jenaro García anuncia “que las cuentas de la sociedad de al menos los últimos cuatro años no reflejan su imagen fiel”. El consejo de administración aprueba la revocación de los poderes y la delegación de las facultades conferidas a Jenaro García, además, solicita el concurso de acreedores voluntario. Ante tales acontecimientos, el MAB decide suspender la cotización de Gowex “sine die”.

 

Diversas asociaciones de inversionistas deciden emprender algunas acciones legales contra los que consideran culpables de tan desafortunado desenlace, pero ¿qué soluciones tiene el inversor de GOWEX? Es difícil predecir el futuro, sin embargo todo hace pensar que las acciones de Gowex no vuelvan a cotizar, con lo cual, tendremos que tener los títulos en cartera sin posibilidad de venderlos en un mercado cotizado.

Tristemente, cada cierto tiempo nos despertamos con noticias de esta índole, recuerden sino Pescanova, el 12 de marzo de 2013 se suspende su cotización dadas las discrepancias significativas entre su contabilidad y las cifras de deuda bancarias reales. Pero estos hechos no son simplemente dentro de nuestras fronteras, en diciembre de 2003, Calisto Tanzi, uno de los empresarios más conocidos de Italia, reconocía haber falseado las cuentas de Parmalat, desviando 500 millones de € para su beneficio, mientras que Parmalat debía acogerse a la suspensión de pagos;  pero si hay un caso que conmocionó al mundo, sin duda, fue el caso Enron, que significó la bancarrota más grande de la historia de EEUU. Los accionistas perdieron $11 mil millones de dólares y ocasionó la caída de muchas empresas, entre ellas la de su auditora Arthur Andersen.

 

Es difícil cuantificar y saber todos los daños ocasionados por estos fraudes financieros, pero también tenemos que pensar en la crisis de desconfianza y como repercute en las otras empresas y sus accionistas. La actuación individual y concertada de un grupo de personas en los mercados financieros de una forma fraudulenta no debería ocasionar un contagio en el resto de empresas que se negocian en dichos mercados.

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