Oviedo.-El viernes pasado, 25 de julio, fue despedida la trabajadora de la Obra Cultural de Cajastur (con 23 años de antigüedad) cuya demanda consiguió la anulación del ERE promovido en dicha Obra por parte de la dirección, tras recibir una carta firmada por el director de la entidad, Carlos Siñeriz
La sentencia, no recurrible, de 21 de Abril de este año daba la razón a la trabajadora, desmontaba todos los argumentos alegados por la dirección de la Obra Cultural de Cajastur y declaraba nula la medida de reducción de jornada y salario, debiendo reponerse a la trabajadora a la situación anterior al ERE y abonarle los salarios dejados de percibir desde octubre.
Antes de celebrarse el juicio, el 10 de abril, el representante de la empresa ofreció una indemnización a la trabajadora a cambio de renunciar a su puesto de trabajo. Dicha oferta fué rechazada por la trabajadora, teniendo lugar el juicio con el resultado señalado.
La sentencia citaba extensamente un informe de la Inspección de Trabajo en el que, entre otras irregularidades contenidas en este ERE, se desmonta la pretensión de la dirección de Cajastur de separar la Obra Cultural de la Obra Social, se refleja que se sustituye a los trabajadores afectados por otros trabajadores de Liberbank o por personal subcontratado, se refleja igualmente que, frente a la pretensión de justificar este ERE en la mala situación de Liberbank, la entidad ha anunciado beneficios en el último trimestre y se señala que la trabajadora afectada (junto con otras ya jubiladas) ha tenido que defender en varias ocasiones sus legítimos derechos en los tribunales, por lo que “ no es descabellado pensar que las medidas propuestas, tan drásticas, pueda percibirse cierta represalia”.
Una vez readmitida, la trabajadora fue sometida a una estrategia de acoso laboral, denunciada ante la inspección de trabajo.
Ahora, la dirección de la Obra Cultural despide a esta trabajadora, alegando causas objetivas en base a que, según dicha dirección, la Fundación Bancaria Cajastur que sustituiría a la Obra Social y Cultural de la Caja no desarrollaría actividades culturales.
"Un argumento absolutamente falso que sólo quiere ocultar los verdaderos motivos de represalia a la trabajadora despedida por la defensa de sus derechos y por haberse negado a vender su puesto de trabajo.", señala el sindicato CSI.
La carta de despido: