Proyecto "Margal Ulla" para la recuperación de la diversidad amenazada de este río

Proyecto "Margal Ulla" para la recuperación de la diversidad amenazada de este río

Bajo la coordinación de la Consellería de Medio Rural nació en el año 2009 el Proyecto Life Margal Ulla, con el fin de proteger e incentivar la recuperación de la diversidad animal del río Ulla. La iniciativa tiene por objeto garantizar la supervivencia de dos especies que figuran en el catálogo Gallego de Especies Amenazadas, el mejillón de río (Margaritifera margaritifera) y el topo de río (Galemys pyrenaicus). Junto con la colaboración de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras y la Universidad de

 

Santiago de Compostela, la actuación pretende no sólo un aumento en el número de ejemplares de estas dos especies, sino también la recuperación integral de buena parte del entorno del Ulla, desde su nacimiento hasta su desembocadura en la ría de Arousa.

Life Margal Ulla aborda la conservación de las especies desde un punto de vista global. Cada uno de los agentes sociles, desde la Administración hasta la propia ciudadanía, juegan un papel determinante en este proyecto pionero en Galicia que, con una inversión de 3.666.981 euros cofinanciado en un 49% por el programa Life+ de la Unión Europea, pretende extenderse en el futuro la otras zonas de la Comunidad Autónoma.

 

Diversidad y riqueza natural

 

Los ríos son uno de los elementos de la naturaleza más vulnerables. Cualquier actividad o condición adversa que se genere a su redor tendrá sobre ellos repercusiones en la calidad de las aguas y de sus sustratos, con el correspondiente efecto sobre aquellos seres que viven en él. Para dar solución la estos problemas y recuperar la rica diversidad animal y vegetal de los ríos gallegos nació Life Margal Ulla, un proyecto piloto que analiza el caso concreto del Ulla, con el fin de conocer los problemas concretos de este río y exportar al resto de las cuencas las medidas más efectivas.

 

El mejillón y el topo de río son el núcleo de la actuación. Estas son especies muy importantes para la conservación del ecosistema, ya que actúan como “especies paraguas”, término empleado por los expertos para denominar a aquellos animales o plantas en las que su conservación ayuda a su vez a conservar otras muchas especies y a la calidad del medio. Es la primera vez que se considera de manera conjunta la conservación de estas dos especies, ya que comparten problemas de solución común. Según los últimos estudios realizados por Margal Ulla, el topo de río vive una situación más delicada,de lo que se creía en un primer momento. Se trata de un endemismo ibérico presente en el Ulla, así como en otros ríos gallegos.

 

La acción humana y el cambio climático son las principales dificultades a las que se tiene que enfrentar día a día este pequeño mamífero semiacuático. La actuación concreta sobre el terreno se centra ahora en el estudio de la conectividad de los núcleos de población repartidos a lo largo del río, para incentivar su reproducción natural. Por esta razón, una de las medidas previstas se basa en la recuperación de la funcionalidad de los ríos, lo que supondrá una mejor conservación de la biodiversidad.

 

Estación de reproducción

 

Por su parte, el mejillón de río ocupaba antaño las vertientes atlánticas de Europa y América, teniendo en Galicia uno de sus últimos reductos. Una de sus principales dificultades se encuentra en el momento de su ciclo reproductivo, etapa en la que el mejillón precisa la ayuda de los salmónidos para completar el proceso de desarrollo. El empeoramiento de la calidad de las aguas hizo que la población de salmónidos disminuyera y, en consecuencia, también la del mejillón. Al mismo tiempo, esta especie requiere una elevada calidad del agua, por lo que cualquier factor externo (como la colmatación de lodos en los lechos, los residuos generados por los incendios, la actividad minera o la producción agropecuaria) pueden producir que la especie no complete su ciclo vital. Una de las soluciones por las que se optó fue la creación de una estación de reproducción del mejillón en condiciones controladas, con la que se logrará solventar el paso más delicado del proceso, el de la reproducción, afectado a lo largo del tiempo por el empeoramiento de la calidad del agua y el envejecimiento de la población del mejillón. La elaboración del proyecto para esta estación se terminará a lo largo de este año y se espera que antes de que concluya 2012 esté ya operativo.

 

La concienciación social: pilar básico

 

La acción humana es uno de los principales motivos que llevó al topo de río y al mejillón de río a su situación actual. La falta de sensibilidad social con la conservación de su medio, unida a la actividad humana provocaron a lo largo del tiempo un empeoramiento en el espacio que habitan. Por eso mismo, uno de los principales objetivos que persigue Margal Ulla es el de difundir entre la sociedad la importancia de respetar y cuidar zonas tan delicadas como son los ríos.

Este proyecto coordinado por el departamento que dirige Samuel Juárez cuenta con varias actuaciones al otro lado del propio río.

 

El fin que se persigue es llegar al mayor número posible de personas, por lo que la actividad se multiplica en muchos puntos de la zona del Ulla a través de seminarios o grupos de trabajo en los que participen ayuntamientos implicados, en asociaciones agrarias y de pescadores..

Sobre el propio terreno se combinan dos tipos de actuación. Por una parte, la de difusión del trabajo a la población a través de paneles informativos. Por otra (y esto es el más importante de todo el trabajo), la adquisición de conocimientos sobre el estado verdadero del río. Alrededor de esto, hoy en día el Ulla vive inmerso en un proceso de inventario e investigación, fase determinante para adquirir los conocimientos necesarios para llevar a cabo una actuación con criterio.

Es fundamental saber actuar con un conocimiento previo, adquirir toda la información necesaria para lo mejor aprovechamiento de los recursos de los que se dispone.

 

Pensando en el futuro

 

La propia forma de actuación de Margal Ulla indica que no se está ante una actuación de resultados inmediatos. La materia objeto de trabajo no muestra cambios repentinos, sino que el resultado se debe esperar a largo plazo. De ahí la necesidad de trabajar sobre seguro, basándose en la investigación, tal como muestra el inventario del estado del hábitat tanto en tener de caracterización química y física, como biológica de cada elemento del río.

 

El proyecto Margal Ulla ha previsto finalizar en el año 2015. A pesar de que hay una fecha fijada, el trabajo que se ha desarrollar en el Ulla nos próximos cuatro años no quedará sólo ahí. Se pretende que la actuación vaya más allá y que exista una continuidad que permita garantizar una certera recuperación de estas especies amenazadas para, de este modo, impulsar la mejora total de un espacio rico y diverso.

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