Vaios miles de jóvenes participaron este domingo en la misa concelebrada ante la Catedral de Oviedo, sobre un estrado erigido para la ocasión y desde la que el arzobispo de la diócesis, Jesús Sanz Montes, acompañado por los obispos de Creteil, mons. Michel Santier y de Brescia, mons. Luciano Monari y más de medio centenar de sacerdotes y párrocos de Oviedo, dirigió palabras de confianza, ánimo y esperanza, así como de comunión en su vida a los peregrinos que mañana estarán en Madrid para partidipar en la Jornada Mundial de la Juventud, a la que se incorporará este jueves Su Santidad Benedicto XVI. Durante su homilía mons. Sanz aludió con humor a la fina lluvia caída durante la misa y que “nos hace estar empapados al encuentro con el Papa”, al tiempo que puso de relieve los valores de los jóvenes cristianos.
El arzobispo afirmó que los jóvenes cristianos “no son una juventud reaccionaria”, “ni insolidaria” ni es “una juventud a la deriva que pone la vida en entredicho” o “se fuga a los paraísos del alcohol o la droga”. “La juventud cristiana –prosiguió− no tiene miedo. Por este motivo es indómita y rebelde, que no gusta de la mentira y no se adhiere a los falso maestros”. Sanz propuso a los jóvenes congregados ante la catedral realizar “la única revolución que no destruye, la que transforma el mundo y cambia a las personas por dentro: aquella que ha propuesto Jesús en el Evangelio”.
La eucaristía tuvo un neto carácter internacional en la que se utilizaron cuatro idiomas y alcanzó momentos de alta participación juvenil a través de la música del coro interparroquial bajo la dirección de Sergio Mendaro.
Durante estos días, los jóvenes han desarollado en Asturias numerosos actos de catequesis y convivencia cristiana, aunque también han tenido ocasión de conocer el esplendor de su paisaje, las excelencias de su gastronomía y la diversidad cultural de la Comunidad respecto a la imagen de España que más se vende internacionalmente, de flamenco, castañuelas y toros.
También visitaron el Santuario Mariano de Covadonga, donde ofició la misa igualmente el arzobispo, quien recordó a los jóvenes que Covadonga tiene "rostro y entraña de mujer», recordando que allí dio comienzo un capitulo nuevo de la Iglesia, con una conciencia distinta, tras la invasión islámica de la edad media.
Monseñor Sanz Montes invitó a los jóvenes a vivir unidamente, sin separaciones fatales, lo que Dios ha puesto en el corazón humano: la verdad y el amor, la belleza y la justicia, la paz y la bondad.
Uno de los post colgados en twiter por los participantes en la jornada sirve de título a esta información.
FOTO:JMJ Asturias
