El pasado 9 de julio una mujer denunció haber sido víctima de un robo con violencia, sobre las 13 horas. Según manifestó que cuando regresaba a su domicilio, después de haber estado en una sucursal bancaria sacando dinero, fue abordada en el portal de su domicilio, cuando iba a tomar el ascensor, por 2 personas encapuchadas que poniéndole una navaja en el estómago le exigieron que le entregara el dinero y todo lo que portaba.
Denunció que le habían quitado una pulsera, una alianza, 2 sortijas, una cadena, pendientes, reloj y 655 € en efectivo.
Los investigadores después de algunas gestiones, comenzaron a sospechar de la veracidad de la denuncia. La señora disponía de un seguro que le cubría todas las pérdidas. La compañía de seguros ya había recibido otras 2 reclamaciones que habían abonado en años anteriores.
Después de varias evidencias los investigadores citaron de nuevo a la señora para que compareciera, al objeto de ampliar la denuncia. Ante las evidencias la señora se derrumbó y reconoció que había mentido por lo que se suspendió la declaración y se le leyeron los derechos como detenida, avisándose a un abogado para poder continuar con la declaración. En presencia de su abogado se le volvió a informar de sus derechos y a tomarle declaración reconociendo que su denuncia era falsa y la había hecho con la intención de cobrar del seguro.
La compañía de seguros se ha personado en la causa ante una posible estafa tanto esta vez como las 2 anteriores. La mujer fue puesta a disposición judicial.