de Mujeresycia.-Las mujeres suponen el 38,47% del personal investigador en España y su participación aumenta con mayor proporción que la de los hombres en todos los sectores, tanto en las universidades como en las empresas. Sin embargo, cuando ascendemos en la escala científica el número de mujeres comienza a descender hasta encontrar que sólo el 19,7% de los altos puestos científicos son ocupados por mujeres.
Para Inés Sánchez de Madariaga, directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia, la brecha de género "sigue siendo desproporcionada" cuando se compara la participación de las mujeres en puestos altos de la carrera científica con el número de mujeres cualificadas y con edad para ocupar esos puestos. Por ello, se justifica la necesidad de seguir avanzando en el desarrollo y aplicación de políticas de género.
La tasa anual de crecimiento del personal investigador ha sido del 5,21 % para mujeres y del 3,92% para hombres desde 2002 a 2012
El informe "Científicas en cifras 2013. Estadísticas e indicadores de la (des)igualdad de género en la formación y profesión científica", realizado por la Unidad de Mujeres y Ciencia de la Secretaría de Estado de I+D+i, pone de relieve estas cifras con datos propios y extraídos del Instituto Nacional de Estadística. Según este documento, el porcentaje de investigadoras en España se mantiene prácticamente desde 2008, llegando en 2012 al 38,47 %, por encima de la media europea que se mantiene en un 33 % (dato de 2009 y corresponde a la última estadística europea).
La tasa anual de crecimiento del personal investigador ha sido del 5,21 % para mujeres y del 3,92% para hombres desde 2002 a 2012. Esta subida se ha dejado notar en mayor medida en el sector empresarial. Y más preocupante parece la evolución en las administraciones públicas, donde existe una mayor presencia, pero se da una reducción relevante, pasando del 48,2 al 46,8 %, lo que podría deberse a la no renovación de las plantillas por la crisis.
Las mayores diferencias aparecen en los altos puestos
El informe divide las categorías profesionales en tres grados establecidos internacionalmente: el A, para catedráticas, profesoras eméritas y profesoras de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); el B, para profesoras titulares de universidad y personal permanente de los organismos públicos de investigación; y C, doctoras con contratos que no son permanentes.
Aunque en la categoría C hay pocas diferencias entre hombres y mujeres, esta desigualdad va en aumento conforme se asciende en la escala, hay más hombres que mujeres en el grado B y mucho más en el A. El informe demuestra cómo en las categorías más altas de la carrera investigadora la proporción de mujeres disminuye y mientras hay un 55,8 % y un 51 % de mujeres matriculadas en máster y doctorado respectivamente, sólo un 19,5 % ocupan las posiciones más elevadas del escalafón (cátedras y profesoras eméritas).
Este estudio habla también del índice de "techo de cristal" en la universidad pública Entre las catedráticas, se ha incrementado significativamente el porcentaje de aquellas que lo son en ciencias exactas y naturales (35,7 %), ramas tradicionalmente masculinas. También destaca el porcentaje de mujeres que se doctoran en ciencias, matemáticas y computación, que se ha incrementado hasta el 48 %, 5,5 puntos por encima de la media europea.
En el CSIC, el organismo público de investigación más grande del país, la situación solo es algo mejor: los puestos altos -profesores de investigación- lo ocupan hombres en un 76,12 %. Este estudio habla también del índice de "techo de cristal" en la universidad pública, que compara la proporción de mujeres en la posición más alta -cátedras- en relación a la de las mujeres en la investigación, indicando la posibilidad de que éstas asciendan. Este índice se ha reducido en los últimos años, particularmente en ingeniería, "mostrando una tendencia positiva", según el informe.
FTOO: La científica asturiana Margarita Salas