Santander.– Las nuevas tecnologías, la democratización de los contenidos o la politización de la industria cinematográfica han sido los temas sobre los que han debatido Enrique González Macho, director de la Academia de Cine, y el escritor Jorge Edwards de la mano del consejero delegado de Vocento y presidente de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), Luis Enríquez Nistal, dentro del curso El audiovisual en español y las nuevas tecnologías en la UIMP.
Para el diplomático chileno es "difícil que el Estado subvencione y no exija nada pero se ha visto que se ha subvencionado a cambio de comprar conciencia". Además, Edwards ha explicado que "no todo el mundo tiene derecho a dar la lata ni a imprimir libros atroces a costa del Estado" y ha añadido que "hacer que la gente disfrute de la cultura está bien, pero que todos sean artistas, no".
Por su parte, González Macho ha comentado que "no hay excusa para el todo vale" y aunque es difícil romper ese círculo vicioso, "el Estado debe ocupar su parte cuando la parte privada no llega". Además, el distribuidor y productor ha negado que "los Goya estén politizados": "Somos diversos y un poco antipoder, sí, pero en el mundo de la cultura se da por hecho porque si eres conformista y pesebrero, vas de cráneo", ha afirmado.
Nuevas tecnologías ¿sí o no?
Edwards ha recordado que cuando empezó a escribir el cine era "una extravagancia", pero pronto irrumpió con fuerza "en la vida literaria y cultural chilena". Y medio en broma, medio en serio ha explicado que para él "las nuevas tecnologías son una resignación" y que se las deja a sus nietos.
Por su parte, González Macho ha explicado que aunque se le considera "enemigo de las nuevas tecnologías, éstas tienen que estar al servicio del hombre y no al revés". Además, ha reconocido una relación de "amor-odio" hacia las nuevas tecnologías porque "han conseguido democratizar la industria audiovisual" pero se les ha dado un mal uso "por culpa de la ambición del ser humano".
El director de la Academia de Cine ha asegurado que el mundo audiovisual debe desarrollar dos facetas: por un lado, la educación y por otro, la conciencia necesaria para no infringir las normas. No obstante, ha comentado que "no se trata de penalizar al usuario sino que se cree el camino para que las nuevas tecnologías vayan más lejos".
Edwards ha comentado que "la buena literatura (y el buen cine) es la que llega a minorías amplias y querer alcanzar a las grandes masas es ilusorio" y ha asegurado que "la magia del cine es que consigue el milagro de que todo el mundo vea una película".