- La organización de la Semana Negra escogió un año más Aller como sede del acto de clausura de este prestigioso certamen literario.
- El Alcalde del Ayuntamiento de Aller hizo entrega de la tarjeta “Aller Adictos” a José Luis Paraja por su fidelidad al municipio.
Cabañaquinta.- La organización de la vigésimo séptima edición de la Semana Negra de Gijón ha elegido un año más el municipio de Aller para llevar a cabo el acto de clausura de este certamen literario. La comitiva, compuesta por importantes autores y presidida por José Luis Paraja, Director del Comité Organizador de la Semana Negra, llegó a la Plaza de la Iglesia de Moreda entorno a las 13:30 horas del día de ayer. Allí fueron recibidos por el Alcalde del Ayuntamiento de Aller, David Moreno Bobela, así como por miembros de la Corporación Local.
La recepción dio paso al acto oficial de clausura de la XXVII Semana Negra, que tuvo lugar en el Centro Cultural de Moreda. Tras las intervenciones del Alcalde y del Director del Comité Organizador, se realizó un intercambio de material divulgativo y literario. Para concluir el acto el Alcalde hizo entrega de la tarjeta “Aller Adictos” a José Luis Paraja, lo que simboliza la fidelidad del certamen hacia el municipio, ya que por tercer año consecutivo Aller ha acogido el cierre de una de las citas culturales y festivas más importantes del verano asturiano.
El programa “Aller Adictos”, que se presentó a finales del mes de junio, es una campaña que tiene el objetivo de fidelizar y de captar turistas, y cuyo elemento central es una tarjeta que ofrece descuentos en eventos gastronómicos, así como ventajas exclusivas y promociones en la red de establecimientos del municipio adheridos (restaurantes, alojamientos, turismo activo, spa...).
El festival conjuga con gran acierto los elementos literarios y lúdicos, propiciando una gran fiesta de la cultura en la calle, que miles de asturianos no se pierden año tras año. Se trata de uno de los certámenes más relevantes de Europa y un referente a nivel internacional, por lo que su clausura en el municipio supone un impulso para la actividad cultural, así como para la promoción turística de Aller.
