La soprano asturiana vuelve a triunfar con la cantata «Carmina Burana» versionada por La Fura dels Baus que ya interpretó en Oviedo la pasada temporada
FERMÍN DE PAS.- La cantante lírica Beatriz Díaz ha cosechado otro deslumbrante éxito en las dos espectaculares funciones de «Carmina Burana» que clausuraron los días 10 y 11 de julio el Festival Internacional de Música y Danza de Granada.
La sobresaliente actuación confirma el gran momento por el que atraviesa nuestra soprano más internacional, que afrontará en breve serios compromisos artísticos en Italia, auténtica cuna de la ópera. A pesar de cantar al aire libre y sobre una plataforma elevada muchos metros por encima del escenario, que en los sucesivos giros escenográficos produce inevitables vibraciones, Beatriz Díaz evidenció en todo momento un control absoluto de su privilegiado instrumento sonoro. La pureza y calidez de su excelente voz recorrió todos los registros de la partitura con una línea de canto admirable y una seguridad portentosa que el público premió, sin pestañear y boquiabierto por los trinos angelicales que bajaban desde el firmamento granadino al patio de butacas, con grandes aclamaciones.
A un gran nivel brillaron también sus compañeros de reparto en sus respectivas intervenciones, tanto el contratenor Xabier Sabata y el barítono Toni Marsol como la actriz y soprano Luca Espinosa, justamente muy aplaudidos.
El soberbio montaje de Carlus Padrissa, director escénico de La Fura, y de su ayudante Zamira Pasceri, pleno de luz y colorido, con logrados efectos y fastuosas imágenes en movimiento, encontró en la batuta firme del venezolano Manuel Hernández-Silva, el contrapunto perfecto para redondear un espectáculo de altísimo voltaje, desde el primer al último «O fortuna» de la obra, al frente de la Orquesta Joven de Andalucía y de más de cien voces provenientes del Coro Joven de Andalucía, Coro de RTVE, Coro de la Orquesta de Granada, Coro de la Universidad de Granada y Coral de la Basílica de San Juan de Dios, lo que provocó el delirio del respetable.
Fue tan grande la entrega y aprobación de los aficionados, con lleno hasta la bandera en el Palacio de Carlos V de la Alhambra, que llegaron los celebrados bises, tras quince minutos de ovaciones incesantes para todo el elenco.