La soprano protagoniza la exitosa versión que La Fura dels Baus trajo a Oviedo el verano pasado y que clausura estos días el Festival de Música de Granada
Con las dificultades que entraña cantar sobre una plataforma móvil que sobrevuela las primeras butacas del recinto a 20 metros de altura o dando vueltas sobre las tablas en una pirueta escénica en la que gira sobre sí misma mientras se desembaraza de cinco metros de tela, Beatriz Díaz afronta hoy y mañana, plena de facultades vocales y de condiciones físicas, dos nuevas representaciones de la cantata «Carmina Burana» con la que ya obtuvo un triunfo deslumbrante en el teatro Campoamor de Oviedo hace justamente un año. «El recinto es precioso y la producción gigantesca. No puedo sentirme más honrada y feliz», declaró emocionada a esta redacción nuestra cantante lírica más internacional.
EJE DE CELEBRACIONES
La célebre obra de Carl Orff, que pone el brillante punto y final a la 63 edición del Festival Internacional de Música y Danza de Granada en el marco incomparable del Palacio de Carlos V de la Alhambra, coincide con el aniversario del nacimiento en Múnich del autor (10 de julio de 1895) y fue elegida por la Joven Orquesta de Andalucía para conmemorar los primeros 20 años de la formación.
Con el veterano maestro Manuel Hernández-Silva en la dirección musical y del «furero» Carlus Pradissa al frente del espectacular trazado escenográfico, acompañan a Beatriz Díaz en los papeles solistas el contratenor Xabier Sabata, el barítono Toni Marsol y la cantatriz Luca Espinosa, mientras que el Joven Coro de Andalucía se verá reforzado por los coros de RTVE, de la Orquesta Ciudad de Granada, Manuel de Falla de la Universidad de Granada y la Coral Polifónica de la Basílica de San Juan de Dios. En total, 140 voces y más de 100 instrumentistas: ¡casi nada!
La aclamada versión de La Fura del Baus convierte los 25 cantos goliardos medievales, que inspiraron la cantata sencilla, melodiosa, clara y cautivadora del compositor bávaro, en un espectáculo sensorial, musical y teatral dirigido a un nuevo público, a la vez melómano y amante de las artes escénicas. Buena prueba del alto nivel de la propuesta y del extraordinario interés de los aficionados es que las localidades para las dos funciones granadinas se agotaron el mismo día que salieron a la venta. «Será la mejor de todas las que hemos hecho», afirmó ayer la ayudante de dirección de la compañía Zamira Pasceri.
ENTRE LA PROVOCACIÓN Y EL DESENFRENO
De entre esos escogidos poemas, realizados en el siglo XIII por clérigos vagabundos y descubiertos en un monasterio de Beuron (Baviera) en 1803, que embisten contra los poderes sociales y eclesiásticos de la época y subliman la exaltación de los apetitos terrenales y eróticos cantando a la primavera, al vino, al juego, al amor y al goce de los sentidos, destaca por su fuerza melódica y su esplendor épico el popular «O fortuna». Ya sea como banda sonora de grandes películas, como frecuente sintonía de anuncios de radio y televisión o como fragmento de suprema grandeza músico-coral, no hay día que deje de escucharse en algún lugar del mundo.
El estreno absoluto de «Carmina Burana», probablemente la pieza clásica más conocida del siglo XX, se celebró el 8 de junio de 1937 en la ciudad alemana de Frankfurt y fue conducido por el director Bertil Wetzelsberger. En España se interpretó por primera vez el 12 de abril de 1958 en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, bajo la dirección de Josep Sabater. El estreno mundial de la adaptación de «La Fura», que acumula decenas de gloriosas interpretaciones en Europa y América, tuvo lugar en San Sebastián. Fue en la Quincena Musical Donostiarra de 2009, con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León dirigida por el maestro colombiano Alejandro Posada y el Orfeón Pamplonés, junto a las sopranos Svetlana Doneva y Amparo Navarro, el contratenor Xavier Sabata, que también cantará en Granada, y el barítono Thomas Bauer.