"Todos los indicios evidencian que el oso murió a causa de un disparo". Miembros de la organización de protección de la fauna se desplazaron al lugar en el que fue encontrado el cadaver del animal, donde procedieron a una reconstrucción de los hechos que presumiblemente condujeron a la muerte del ejemplar, en la localidad de Las Llanas..
Este colectivo había exigido hace unas semanas a la administración regional "mayor claridad para conocer las verdaderas causas" de la muerte del oso.
Aseguran, por la información recabada, entre otros huellas y pelos, que el oso bajaba solo, tranquilo y que no estaba herido porque no había rastro de sangre.
Asegura que descendía por una pendiente tan pronunciada que el oso era visible desde la pista forestal paralela a la finca desde varios metros antes de llegar al lugar donde yacía.
Era visible si alguien pasaba a esa hora por allí con algún foco de los que suelen utilizar los furtivos para cazar en la noche.
También afirman que en los últimos instantes de vida del oso algo lo estresó porque intentó cruzar la alambrada para salir a la pista, primero por debajo y después intentando saltar como constata el rastro de pelo que hay en toda ella.
Confirman, asimismo, que fue en ese momento cuando pudo recibir un disparo por el lomo que le provó ese enorme boquete en el pecho. Una herida de la que apenas emanó sangre porque fue tan certero que le dio directamente en el corazón.
El FAPAS considera inadmisible que a estas alturas aún no se conozcan los resultados de la necropsia oficial, limitandose toda la información facilitada a una serie de rumores que hasta ahora defendían que la muerte no había sido debida a un disparo