La Policía Foral decomisó a finales de julio un total de 110 plantas de marihuana que se encontraban en un terreno situado en el término municipal de Sangüesa. Los propietarios del terreno en el que crecían las plantas no fueron imputados porque desconocían qué especie vegetal crecía en sus tierras y no sacaban ningún tipo de aprovechamiento de las plantas.
A finales del mes pasado, agentes de la comisaría de Sangüesa de la Policía Foral supieron, gracias a la colaboración ciudadana, de la existencia de una plantación de marihuana en un paraje de la localidad.
Cuando se personaron en el lugar, los policías comprobaron que en una pieza a la que se puede acceder fácilmente crecía más un centenar de plantas de marihuana. Éstas no parecían estar excesivamente cuidadas, toda vez que crecían de forma desigual y sin espacio entre ellas.
Desde ese momento, la Policía Foral estableció un dispositivo con agentes uniformados y de paisano para intentar recabar más información y datos sobre los posibles responsables de la plantación. Tras averiguar la identidad de los propietarios del terreno, les tomaron declaración sobre los hechos.
Por medio de su testimonio y de la investigación policial, se determinó que en ningún momento los propietarios del terreno conocían el tipo de planta que estaba creciendo en su pieza, que no se trataba de un cultivo y que no había aprovechamiento alguno de las plantas por su parte. Al no apreciarse indicios de delito, los propietarios del terreno no fueron imputados.
Finalmente, el 28 de julio miembros de Policía Foral de la Comisaría de Sangüesa procedieron a retirar todas las plantas de marihuana para prevenir su consumo por parte de personas que pudieran acceder al paraje.