Inmaculada Rodríguez, profesora del Área de Geología de la Universidad Rey Juan Carlos, ha destacado hoy que el litoral mediterráneo “es la zona más castigada de España y la que más ha sufrido los procesos de construcción en la franja costera”, en su conferencia perteneciente a las jornadas sobre “Nuevas Tecnologías aplicadas a los riesgos naturales en las costas” que la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” desarrolla en Santander.

La investigadora ha señalado que la construcción en el litoral “tiene un efecto directo sobre la erosión, primero sobre la estabilidad de la playa, y más tarde sobre la erosión de la propia costa”.

En este sentido Rodríguez se ha mostrado “pesimista” y ha expresado su deseo de que el Ministerio de Medio Ambiente “reaccione y tome determinadas medidas para mitigar estos efectos”.

La profesora de Geología ha manifestado que existen varias soluciones para el problema, una de ellas “la más fuerte”, pasa por “retirar los elementos antrópicos, que provocan la formación de la erosión, como pueden ser determinados puertos, hoteles o asentamientos urbanos que impiden la dinámica normal que permite que se mantenga la playa”. Una solución que, por otra parte, la investigadora considera “bastante improbable”.

Rodríguez ha hecho referencia a otras alternativas “que se llaman medidas de estructuras duras, como espigones o diques que sujetan determinados tramos costeros, pero también pueden provocar efectos contraproducentes”.

No obstante la profesora Rodríguez ha respaldado que “el método más efectivo sería la reordenación de los espacios y las medidas blandas, como reintroducir arena o gestionar el espacio de otra manera para evitar que se produzca la erosión”.

Así, la experta en Geomorfología costera ha defendido que “lo mejor sería evitar y no luego trabajar sobre los efectos”.

Al respecto de los riesgos de la erosión excesiva, Rodríguez ha manifestado que “a corto plazo los peligros podrían ser la destrucción de determinadas infraestructuras, con un alto coste económico, o la desaparición de playas que, para los municipios costeros, suponen la primera fuente de recursos”.

Inmaculada Rodríguez ha querido recordar también que “a nivel ecológico y de geomorfología pura, la playa juega un papel decisivo para mantener las costas, pues es el elemento que recoge toda la energía de los temporales y oleajes de invierno y mitiga los efectos de la erosión tierra adentro”.

Por último, la geóloga ha destacado que “la erosión no tiene porqué ser negativa, se produce siempre”. Así, “las playas no tienen una anchura concreta, esta fluctúa en función de las condiciones ambientales y estacionales. El retroceso forma parte de su propia dinámica”. En este sentido Rodríguez ha concluido que “la erosión es preocupante cuando no hay sedimentos que puedan recuperar la playa”.