Oviedo (E.P.) .-Los trabajadores de la constructora Sedes, cuyo expediente de regulación de empleo (ERE) ha sido declarado nulo por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), han celebrado este martes el fallo en una asamblea en la que han analizado la sentencia y el futuro. Han brindado con sidra y champán con consignas como "nos lo merecemos" o "a la salud de todos".

   Pero a pesar de que la sentencia les es muy favorable, han apelado a tener "sangre fría" en los próximos días. No creen que Sedes, que está participada por el Gobierno asturiano (60%) y Cajastur (40%), vaya a recurrir ante el Tribunal Supremo la sentencia, dada su dureza.

   Sin descartarlo, el escenario que consideran más probable es que la compañía intente ahora negociar con los trabajadores ofreciéndoles condiciones más favorables. La responsable del comité de empresa, Cristina Pontón, ha insistido en la necesidad de ser prudentes en esas negociaciones, porque en el futuro ya les engañaron.

   Sea como sea, los trabajadores están decididos a pedir la ejecución de la sentencia y de reincorporarse a su puesto. "No vamos a negociar nada desde fuera", ha comentado Pontón.

   Relacionado con ese llamamiento a la cautela, tienen además previsto permanecer en el edificio de la antigua consejería de Justicia, en la calle Uría de Oviedo, en el que llevan 119 días encerrados. El objetivo es seguir ejerciendo presión.

   Pontón ha agradecido a los trabajadores la "paciencia impagable" que han mantenido este tiempo y ha puesto en valor su "espíritu solidario", sobre todo el de las personas más mayores, que podían haberse ido de la empresa en condiciones más ventajosas. "Pero se quedaron, en beneficio de los jóvenes", ha comentado, alabando su solidaridad.

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