La FED mantuvo las previsiones sobre la inflación y el escenario macro en EEUU, con lo que las perspectivas para su política no cambiaron.
La afirmación de que la política monetaria laxa seguirá siendo necesaria un tiempo después de que finalice la compra de activos y el hecho de que una gran mayoría de los consejeros de la FED siga pensando que los tipos de interés tendrán que subirse a lo largo de 2015, deja los siguientes seis meses despejados de dudas sobre ese tema.
La senda de posibles subidas apuntada por los miembros de la FED (1,25%, 2,5% y 3,75% a finales de 2015, 2016 y 2017 respectivamente) es asumible por el mercado y está por debajo del 4,2% apuntado anteriormente. Por otra parte, también es destacable la recomendación del FMI de que el BCE ponga en marcha una política ambiciosa de compra de activos en el mercado.
La combinación de ambas posiciones de la FED y el FMI han incidido en una bajada de las rentabilidades de la deuda europea de 5/10 puntos en los dos últimos días.
La rentabilidad del bono alemán a 10 años se ha vuelto a situar por debajo del 1,35% y la del bono americano se ha estabilizado alrededor del 2,6%.
El foco de incertidumbre que supone Irak, sigue presionando al precio del petróleo que con la subida del 6% en los últimos días, se encamina a los máximos de 12 meses de 116 USD/b. Sin embargo, para las bolsas es más importante la evolución de los tipos, por lo que el escenario descrito deja las puertas abiertas a que las subidas continúen, aunque salpicadas por sanas correcciones.
Hoy conoceremos la confianza del consumidor en la UEM y los precios de la producción en algunos de sus miembros. La semana que viene será más relevante en términos de datos ya que se conocerán los PMI industriales en UEM, EEUU y China.
Fuente: Bekafinance