Este sábado están en juego la energía solar y el pan de 62.000 familias que confiaron en las promesas gubernamentales de una apuesta por las energías limpias y no paran de enfrentarse a cambios en las reglas del juego, siempre en favor de las grandes eléctricas.
Este sábado Greenpeace acompañará a los representantes de esas 62.000 familias en una manifestación pidiendo que no se corten las alas a los paneles fotovoltaicos, cuya proliferación tan orgullosos nos han hecho sentir en los últimos años, contribuyendo a que España llegase a estar entre los países líderes en renovables en todo el mundo.
Hace sólo 13 años no teníamos casi energía fotovoltaica, ni ciclos combinados de gas, y la eólica era casi testimonial. También entonces el precio medio de la electricidad en el mercado era un 77% más caro. Si, has leído bien y yo no me he vuelto loca, el precio ha bajado mucho y las responsables de ello son, sobre todo, las renovables, pero eso no lo explica casi nadie.
Por eso el Gobierno y las grandes eléctricas la han tomado con los productores de renovables y están intentando “arruinarlos” poniéndoles cada vez más difícil seguir produciendo energía limpia, porque las renovables impiden la usura de las grandes eléctricas.
Greenpeace apoya a los ciudadanos que han invertido en energía solar, que son los pioneros del sistema 100% renovable que necesitamos para evitar el cambio climático y el desastre nuclear.
El Ministerio de Industria está vulnerando la seguridad jurídica con sus decisiones y favoreciendo exclusivamente a las energías sucias. Por eso Greenpeace apoya la marcha convocada por la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier) este sábado 21 de junio a las 12:30 en la plaza de Lima de Madrid. Ayúdanos a parar este sinsentido y acude tú también.
¿Dudas que esto de que el precio de la energía baje sea gracias a las renovables? La comprobación es sencilla. Según la Comisión Nacional de la Energía (CNE, 2000 y 2005) el precio medio de la electricidad en el mercado eléctrico era de 7,8 y 7,9 ct€/Kwh respectivamente, y el año pasado fue de 4,4 ct€/Kwh, una caída en toda regla. Estos precios inferiores no se reflejan en la factura que pagamos los consumidores, lamentablemente, porque en la factura se pagan además otras cosas, que hacen que las compañías eléctricas sigan ganando casi lo mismo a pesar de la caída de precios y de la demanda. ¡Nos están tomando el pelo!
Sí, sí, además de los precios, también ha caído el consumo, no en balde estamos inmersos en una crisis económica y gastamos menos energía eléctrica. En el año 2000 España consumió, según Red Eléctrica de España, casi 195 TWh, en 2005 aumentó en un 21% hasta más de 246 TWh, pero en 2013 el aumento era mucho más tímido, del 6% hasta llegar a los 260 TWh. Aun así, las grandes compañías eléctricas se las han arreglado para que, vendiendo menos y a precio más barato, tu factura sea más alta y así siguen manteniendo su statu quo. Lo que antes ganaban produciendo electricidad ahora lo ganan comercializándola. Total, son ellos mismos quienes lo hacen.
A estas alturas estarás tan indignado como Greenpeace y como los pequeños productores solares que se manifiestan este sábado, y motivos no te faltan. Únete a la lucha por las renovables. No dejes que te engañen.