El Director de Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica de Valencia pronuncia en Santander la ponencia “Hacia una nueva política de formación del profesorado”
Aurelio González Bertolín, Director del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir”, ha manifestado que “parece una buena idea” el hecho de que exista “un período de prácticas de un año para seleccionar a los profesores de secundaria más competentes”.
Este experto ha pronunciado la ponencia titulada “Hacia una nueva política de formación del profesorado”, en el marco del curso “Educación para el Siglo XXI: Debates y propuestas”, que él mismo dirige, dentro de los cursos de verano de la Universidad Católica de Valencia en Santander.
González Bertolín se ha referido a la posible implantación de un MIR para profesores. Así, ha apuntado que “en el borrador que disponemos respecto a lo dispuesto por el Gobierno es que junto a la prueba selectiva de carácter propio de la especialidad y a la prueba didáctica y pedagógica haya un año de prácticas que formen parte del proceso de oposición”.
No obstante, también ha advertido del “riesgo” que vendría dado porque “en el actual borrador, el número de opositores que realizan el proceso de prácticas es exactamente igual al número de plazas convocadas, por lo que no parece un proceso selectivo demasiado severo, y corre el riesgo de convertirse en un mero trámite”.
Asimismo, ha subrayado que el Máster Universitario de Formación del Profesorado es una “oportunidad que hay que aprovechar”. Aunque existe una “debilidad muy potente”, ha expresado, porque es “un modelo único de formación, en el caso concreto de la Secundaria, para dos tramos del sistema educativo que tienen objetivos completamente distintos”, como son la ESO y el Bachillerato.
“La ESO es un tramo del sistema educativo general, obligatorio y gratuito con características propias de Primaria, mientras que el Bachiller es un tramo propedéutico para la Universidad”, ha avanzado. En este sentido, “las funciones que tienen que desempeñar los profesores en ambos tramos son completamente distintas” y, en ese caso, “falta una mayor formación didáctica y pedagógica, singularmente en los profesores que tienen que servir a la ESO”.
González Bertolín, que también dirige el curso de educación de la Universidad Católica de Valencia que se celebra en la capital cántabra, ha trazado el “perfil deseable del profesorado de secundaria”, con las competencias que debe poseer. Así, lo ha hecho de conformidad a las cuatro columnas de la educación para el siglo XXI del Informe Delors que son: “Qué debe saber un profesor de secundaria, qué debe saber hacer, qué capacidad de convivencia debe tener con los demás miembros de la comunidad educativa y, por último, cómo debe ser”.
“El profesor de secundaria debe saber, debe conocer muy bien su disciplina y debe tener una sólida formación didáctica y pedagógica; que sepa hacer, programar, diseñar espacios de aprendizaje, que sepa convivir, que tenga habilidades sociales y singularmente comunicativas con los estudiantes y con los demás miembros de la comunidad educativa, especialmente con los padres; y que sepa ser, es decir que sea una persona con profunda vocación docente y con capacidad y entidad para sentirse educador de sus alumnos”, ha enumerado.
“TRAS LA LOGSE, EL TRABAJO DEL PROFESOR DE SECUNDARIA SE APROXIMA MÁS AL DE PRIMARIA O A UN TRABAJADOR SOCIAL”
Igualmente, Gónzalez Bertolín ha señalado que tras la aplicación de la LOGSE a mediados de los noventa el “trabajo” actual del profesor de Educación Secundaria “se aproxima más al profesor de Educación Primaria o al de un trabajador social, que al perfil universitario que tenía hasta entonces el docente de la enseñanza media”.
“El profesor de secundaria de antes de la LOGSE trabajaba con alumnos que provenían de la excelencia académica”, ha añadido. Al respecto, González Bertolín también ha subrayado “la importancia que tuvo la LOGSE en nuestro actual sistema educativo, ya que convirtió la enseñanza media en un tramo obligatorio, general y gratuito; y eso es un bien rotundo e incuestionable”.
Para reforzar su argumento, Aurelio González ha repasado con cifras la escolarización secundaria en España en el último siglo. “En el año 1900, la enseñanza media la cursaba sólo un 1% de la población en edad de hacerlo; en 1950 el porcentaje subió al 10%, en 1968 la enseñanza media la cursaba el 28% de los chicos y chicas en edad de hacerlo, y desde 1990, con la LOGSE, el porcentaje ha subido, lógicamente, al 100%”, he enumerado.
Sin embargo, esa universalización de la enseñanza hasta los 16 años no ha estado exenta de dificultades; según el profesor González “muchísimos de los problemas que, hasta entonces quedaban fuera de las aulas, entran con la LOGSE en el sistema educativo, lo cual hace que se tengan que modificar muchos procedimientos, especialmente el trabajo del profesorado”.
De igual forma, González Bertolín ha afirmado que “la construcción del Espacio Europeo de Educación Superior –momento en el que nos encontramos actualmente- puede que sea el momento oportuno para corregir ese perfil de profesorado”.
Igualmente, González Bertolín ha apostado para que “profesores, padres y alumnos vayan de la mano para solucionar los desafíos que nos plantea la Educación del siglo XXI”, y ha añadido que “sólo así se conseguirá que la educación siga mejorando como lo ha hecho hasta ahora”.
Este curso de verano de educación, que se celebra en el Seminario Diocesano de Monte Corbán de Santander se prolongarán hasta el próximo viernes 12, día en que Alfredo Jiménez, Catedrático de la Universidad de Burgos pronunciará la lección de clausura, que llevará por título “Espacio Europeo de Educación Superior: misión universitaria, crítica y responsabilidad social”