Agentes de la Policía Nacional han detenido a cinco personas que estafaban a empresas de telefonía con documentos bancarios y de identidad falsificados. Los arrestados, amparados en identidades supuestas, adquirían teléfonos de alta gama que posteriormente revendían a particulares o en tiendas de electrónica regentadas por ciudadanos asiáticos. Asentados en Madrid, se desplazaban también a diferentes provincias para cometer los fraudes.
Las investigaciones se iniciaron a principios del mes de marzo tras detectar varias estafas cometidas en una tienda de telefonía de la capital. Los agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana lograron recabar algunos datos de los presuntos responsables de los fraudes, a pesar de que estos emplearon documentos de identidad falsos. Con estas referencias, los especialistas de la Brigada de Investigación tecnológica y del Servicio Central de Falsedades documentales de la Policía Nacional averiguaron que, además de en Madrid, habían actuado en otras localidades del territorio nacional.
Documentos con la misma foto y diferentes datos
En todas las estafas investigadas se había utilizado el mismo modus operandi. Los autores, de origen subsahariano, presentaban en los comercios tarjetas de residencia de régimen comunitario y recibos de domiciliación bancaria falsificados para formalizar los contratos. Tras analizar las copias de los documentos que facilitaron en las tiendas, los investigadores constataron que las fotografías que había en ellos pertenecían a las mismas personas, pero los datos de identidad eran completamente diferentes.
Después de cometer varios fraudes en Santander, los agentes de la Brigada Provincial de Extranjería de Cantabria lograron identificarles y, finalmente, se pudo averiguar que estaban asentados en la localidad madrileña de Móstoles. En este último lugar es donde organizaban los viajes a diferentes puntos del país para ejecutar sus actividades ilícitas.
Una vez localizados sus domicilios se procedió al arresto en Móstoles de los implicados en la investigación y se registraron sus viviendas. Allí se intervinieron varias tarjetas de residencia falsas con las fotografías de los integrantes del grupo, así como varios recibos bancarios igualmente falsificados, teléfonos móviles, equipos informáticos y útiles para realizar las imitaciones
Los miembros del grupo tenían perfectamente delimitadas sus funciones. Uno de ellos era el responsable de financiar los viajes a diferentes provincias para materializar las estafas y de revender posteriormente los terminales a particulares o en tiendas de electrónica regentadas por ciudadanos asiáticos. Otro de los detenidos viajaba a los lugares previamente acordados y coordinaba sobre el terreno la actuación del resto del grupo a la hora de ejecutar la estafa.
En la operación han participado agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica, de la Comisaría General de Policía Judicial; del Servicio Central de Falsedades Documentales, de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras; y de las Jefaturas Superiores de Policía de Cantabria y de Madrid