Cólera en Sudán del Sur: "No hay motivo de alarma pero no hay que bajar la guardia"

Cólera en Sudán del Sur: "No hay motivo de alarma pero no hay que bajar la guardia"

 

Brian P. Moller, coordinador general de Médicos Sin Fronteras en Juba, capital de Sudán del Sur, detalla las principales preocupaciones y actividades de MSF en relación con el brote.

"Este brote de cólera es una emergencia añadida a las múltiples situaciones de emergencia a las que tiene hacer frente una población extremadamente vulnerable. Llega en un momento en el que un millón de personas están desplazadas, en el que más de 350.000 han tenido que dejar el país y en el que unas 4 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente. Además, los equipos de MSF han comenzado a registrar niveles preocupantes de desnutrición en varios lugares donde a su vez se está produciendo el pico anual en el número de casos de malaria. Y en estos mismos lugares, también hay que seguir haciendo frente a brotes de otras enfermedades como el kala azar.

Por lo menos no ha habido incrementos súbitos en el número de personas afectadas por el brote de cólera en las últimas semanas. Aunque el número de pacientes está aumentando, el patrón actual no muestra que el número de casos se esté disparando descontroladamente; más bien al contrario: durante una serie de días consecutivos se produce un aumento constante en el número de casos, y después viene otra serie de jornadas en las que el número de nuevos casos va descendiendo paulatinamente. Ahora mismo, parece que estamos en uno de los puntos más bajos de la curva. Cuando el brote entra en una fase de depresión, la población comienza a relajarse. Sin embargo, el punto máximo después de cada descenso es un poco más alto que el máximo anterior. Así que no podemos bajar la guardia, ya que el número de pacientes podría incrementarse de nuevo.

Los esfuerzos para prevenir la propagación del cólera deben continuar y no debemos descuidar las actividades de promoción de la salud y de concienciación de la comunidad. Todo ello tendrá que ir acompañado de una ampliación continua de las instalaciones de tratamiento en aquellas zonas donde los pacientes no tienen medios para llegar rápidamente a la atención especializada. Como el cólera causa deshidratación severa e incluso la muerte en cuestión de horas, es esencial que todo el mundo tenga acceso a tratamiento gratuito y de calidad en el menor tiempo posible. Además, los centros de tratamiento deben estar abiertos las 24 horas del día, pues como es lógico el cólera no detiene su propagación cuando el sol se pone.

 

En una ciudad donde muchas personas no tienen suficiente dinero para pagar el transporte, es preocupante que en un brote de cólera como el actual la gente no pueda acceder fácilmente al tratamiento que les salve la vida. El Ministerio de Salud ha organizado un sistema telefónico gratuito para solicitar ambulancias que trasladan, sin coste, a los pacientes al Hospital Universitario de Juba, lo cual es una iniciativa importante. Sin embargo, existe el riesgo de que algunas personas no puedan llegar a tiempo. Por ejemplo, las familias más pobres a menudo no tienen un teléfono móvil para hacer esa llamada vital con la que pedir una ambulancia. Además, también se requerirá tiempo para que ese número gratuito se difunda plenamente entre las comunidades. Por último, las ambulancias están tratando de cubrir una gran ciudad atravesada por carreteras congestionadas y en malas condiciones. Todos estos factores pueden originar retrasos insalvables para llegar a recibir un tratamiento puntual.

 

En las próximas semanas, MSF abrirá dos centros de tratamiento de cólera (CTC) adicionales en la parte oriental y meridional de Juba para que un mayor número de personas puedan acceder a instalaciones más cercanas. La primera será un centro de veinte camas en la zona este de Gumbo, un barrio que está separado del resto de la ciudad por un puente que atraviesa el río Nilo. MSF ya ha tratado a 48 pacientes en su punto de rehidratación oral en esta zona. Cuando las personas llegan, les proporcionamos sales de rehidratación oral para reponer los líquidos perdidos a causa de la diarrea o de los vómitos. Posteriormente, trasladamos a los casos más graves a un CTC para que puedan recibir fluidos a través de un goteo intravenoso. Acabamos de llegar a un acuerdo sobre la ubicación exacta del quinto CTC de MSF en la zona de Hai Jebel, por lo que la construcción de esta instalación podría comenzar de inmediato.

El hecho de que el cólera no haya contaminado el suministro de agua de Juba supone un gran alivio. Si la fuente de agua se infectara, podría traducirse en un aumento grave en el número de personas que requieren tratamiento urgente. A medida que la temporada de lluvias se acrecienta, será esencial mantener una actitud vigilante.

En particular, estamos siendo especialmente vigilantes en zonas densamente pobladas, donde la enfermedad puede diseminarse rápidamente. Ya se había previsto un posible brote en los dos campos de  desplazados en Juba. Cada campo acoge a más de 14.000 personas que viven en terribles condiciones. La población de los campos había sido vacunada contra el cólera a principios de año como medida de precaución. Además de proporcionar tratamiento en los CTC de MSF en cada uno de los campos, en ambos lugares nuestros equipos también llevan a cabo actividades de promoción de la salud y una intensa movilización comunitaria.

Sería una mala señal si el cólera se diera en otras partes del país. A principios de la semana pasada nos llegaron noticias de que se habían dado casos de cólera en Yei, el condado vecino de Juba. De forma inmediata, MSF donó varias camas para la hospitalización de pacientes con cólera a la administración sanitaria de la zona. Esta semana, un equipo de MSF realizará una evaluación en Yei para valorar si podemos ayudar. Sin embargo, parece que la situación está bajo control y que no ha habido un aumento en los casos sospechosos en los últimos días, lo cual resulta alentador.

En otras partes del país, nuestros equipos han tratado un número reducido de casos sospechosos de cólera en las unidades especiales construidas en los proyectos de MSF ya existentes. Hasta el momento, no hay motivo de alarma en esas zonas. Tendremos que esperar y ver cómo se desarrollan en las próximas semanas. Como es difícil de predecir, los equipos de MSF seguirán siendo proactivos y permanecerán preparados para responder".

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