Anna y Dee preparan su última noche de la vuelta al mundo

Anna y Dee preparan su última noche de la vuelta al mundo
  • El GAES Centros Auditivos quedará frenado por una encalmada antes de llegar mañana a Barcelona
  • “Dee me lo deja a mí, y yo hago como que me entero”, confiesa la catalana sobre las desesperantes condiciones de navegación en el Mediterráneo

  • El Fòrum Marítim Català estudia dos posibles rutas alternativas para llegar a Gibraltar

En el Pacífico, el Central Lechera Asturiana ha llegado ya junto a la costa neozelandesa –se encuentra en la bahía Plenty- y avanza hacia Auckland, su puerto de destino.

 

 

Intentamos descansar un poco, porque esta noche nos tocará trabajar duro”. Dee Caffari, a punto de convertirse en la primera mujer que da cuatro vueltas al mundo en competición, tres de ellas sin escala, sabe que Anna Corbella y ella tendrán que batallar para que el GAES Centros Auditivos cubra las últimas millas hasta Barcelona. Situadas a última hora de esta mañana a unas 130 millas de la línea de llegada,  a medio camino entre Ibiza y Valencia, confían en llegar a la altura de las islas Columbretes esta noche, antes de sufrir la que esperan sea su última encalmada antes de cruzar la línea de llegada de la Barcelona World Race.

 

Pero “en el Mediterráneo pasa lo que pasa”, como ha confesado Anna Corbella. “Aquí hemos trasluchado más veces que en toda la vuelta al mundo. Estamos bastante cansadas y a mí ya me da lo mismo si es un día más o dos. Algún día entrará el viento y llegaremos. Esto está ya casi acabado”, ha añadido la barcelonesa, que mañana se convertirá en la primera española que culmina una vuelta al mundo en regata y que además lo hace sin escalas.

“Aquí Dee me lo deja a mí, y yo hago como que me entero”, ha añadido sobre su estrategia con la compleja y muy cambiante situación meteorológica entre las Baleares y Barcelona.

“La realidad es distinta de la previsión”, ha corroborado la británica, que se ha mostrado satisfecha en líneas generales con su regata, aunque cree que hubieran podido apretar más el barco en determinados momentos.

Soñando con buñuelos

 

Aún en el Atlántico, el Hugo Boss ha iniciado ya su camino hacia el este, en dirección a Gibraltar. Tras más de 3.000 millas amurados a estribor, Andy Meiklejohn y Wouter Verbraak han virado esta madrugada y confían en que sus condiciones meteorológicas mejoren en los próximos días, a medida que se acercan al Estrecho.

Más al sur, y tras superar la latitud de Cabo Verde, Gerard Marín sueña con los típicos buñuelos de Pascua de su tierra, el Empordà, y ya piensa en la llegada, a unas 2.200 millas. “Mi novia me dice que se emociona mucho con todas las llegadas, o sea que no me quiero imaginarme en la mía… Realmente estoy deseando llegar con muchas ganas”.

 

A la espera de decidir si mantienen una ruta hacia el norte para buscar la llegada de un frente dentro de unos días, o si optan por recortar camino directamente hacia Gibraltar –“una opción más arriesgada cruzando las Canarias”-, el ambiente a bordo del Fòrum Marítim Català parece haber superado “los momentos buenos y los momentos malos”: “Ya estamos en la recta final y la alegría hace más fácil la convivencia. Vemos el final y esto cambia la perspectiva”.

 

Aún en el Atlántico Sur, el We Are Water sigue luchando frente a la costa brasileña en una zona de poco viento antes de llegar a los alisios que deben llevarlo al ecuador.

 

 


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