Cerca de 4.000 refugiados somalíes han sido trasladados a un nuevo campamento en Etiopía como parte de una operación para disminuir la presión sobre las áreas de llegada de las personas que huyen de la hambruna en Somalia.
Más de 78.000 somalíes han llegado a la zona de Dollo Ado, en el sur de Etiopía, desde el mes de enero desbordando la capacidad de acogida del lugar. El campamento de Kobe, abierto en junio para acoger a los recién llegados, se ha saturado en pocas semanas.
Otro campamento, Hilaweyn, ha sido completado recientemente. El 5 de agosto el ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones han empezado a trasladar a los refugiados del hacinado centro de tránsito de Dollo Ado a este nuevo campamento. Se estima que en dos semanas serán trasladados 15.000 refugiados del centro de tránsito, si se mantiene el ritmo actual de 1.000 refugiados por día.
Al mismo tiempo que se realiza el traslado se trabaja para controlar un reciente posible brote de sarampión en los campamentos de Dollo Ado. El ACNUR y sus socios están ejecutando pruebas y vacunando contra el sarampión a todos los niños entre seis meses y quince años de edad antes de trasladarlos al campamento de Hilaweyn.
Más vacunas han sido enviadas hoy a Dollo Ado con el apoyo de UNICEF y del Ministerio de Salud de Etiopía. El ACNUR y sus socios están trabajando para extender la campaña de vacunación contra el sarampión al campamento de Kobe, la zona más afectada, a partir del jueves.
“Uno de los desafíos en la respuesta al brote es que los refugiados no están pidiendo atención médica para los enfermos”, dijo hoy el portavoz del ACNUR Andrej Mahecic en Ginebra. “Los operadores de salud han lanzado una campaña informativa en los campamentos sobre los síntomas del sarampión: ojos rojos, sarpullido y nariz que gotea”.
Material educativo en somalí se está repartiendo en Dollo Ado en los centros de distribución de comida, los puntos de abastecimiento de agua y los centros de salud y nutrición. Los líderes religiosos y comunitarios también participan en el esfuerzo de concienciación, en particular animando a las familias a llevar los enfermos a los centro de salud. En los campamentos se ha intensificado la vigilancia para garantizar que los nuevos casos sean identificados e inmediatamente enviados a las clínicas para su tratamiento.
“En general, el posible brote de sarampión está generando una tasa de mortalidad relativamente baja en los campamentos, mientras la diarrea, las infecciones respiratorias y la desnutrición aguda siguen siendo las principales causas de muerte”, dijo Mahecic.
También informó que se está desarrollando una estrategia para responder a las altas tasas de mortalidad en los campamentos, al tiempo que se sigue trabajando para mejorar los programas de nutrición, agua y saneamiento.
Mientras tanto, en Somalia, el ACNUR empezó el lunes su primer puente aéreo para Mogadiscio en más de cinco años. Fueron entregados artículos como lonas plásticas, colchonetas, mantas, bidones y utensilios de cocina, para que las personas desplazadas internamente puedan recoger y transportar los alimentos. Otro avión debería llegar el jueves, seguidos por un tercer vuelo, la próxima semana, que llevará un cargamento de galletas energéticas.
Para mediados de agosto la agencia de la ONU para los refugiados planea entregar ayuda a unas 18.000 personas en Mogadiscio y centro y sur de Somalia – zonas afectadas por el conflicto, la sequía y la hambruna. Sin embargo, la entrega de esta ayuda tan necesitada sigue siendo amenazada por la volátil situación de seguridad
FOTO Cruz Roja Internacional