Hoy, 9 de marzo, ha finalizado la visita de dos días a Túnez de los directores de la OIM y el ACNUR. Ambos han urgido que se mantenga el impulso internacional mientras que siguen contándose por miles las personas que huyen de Libia.
El Director General de la OIM, William Lacy Swing y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados Antonio Guterres señalaron que la iniciativa de evacuación humanitaria conjunta OIM-ACNUR había conseguido mitigar drásticamente el abarrotamiento vivido en las fronteras. Asimismo, gracias a la respuesta inmediata de diferentes gobiernos, que han puestos aviones a disposición, ha sido posible trasladar a decenas de miles de egipcios a sus hogares.
«Nuestro objetivo inmediato consiste en garantizar que todos los trabajadores migrantes que han abandonado Libia puedan regresar a sus hogares de manera digna y segura y con la mayor brevedad. Ya han sufrido bastante», afirmó Swing, quien remarcó la necesidad de aumentar considerablemente el número de vuelos para evacuar a ciudadanos, sobre todo a Bangladesh. Para ello se requiere un mayor
apoyo internacional.
«Contar con fronteras abiertas es lo más valioso en una crisis», asevera Guterres, quien agrega: «En este momento de tragedia, el Gobierno y el pueblo tunecinos están dando un ejemplo de generosidad humanitaria al abrir sus fronteras y sus hogares».
Swing y Guterres apelaron a la comunidad internacional a profesar el mismo tipo de generosidad a Túnez que la que demuestran a las personas que huyen de Libia. Ambos se reunieron hoy con el presidente, el primer ministro y una serie de altos funcionarios del Gobierno y expresaron su agradecimiento por la generosidad y humanidad ilimitadas que Túnez brinda a las personas que huyen de la violencia.
Durante el día de visita a la frontera de Ras Adjir y al campamento de tránsito que el ACNUR gestiona en Choucha y donde 15.000 personas, en su mayoría bangladesíes, esperan a ser evacuados, Swing y Guterres reconocieron los ingentes esfuerzos realizados por la Media Luna Roja, el Gobierno y la sociedad civil tunecinas, así como el de los organismos internacionales, para atender a todas y cada una de las personas que cruzan la frontera.
Igualmente, ambos directores advirtieron que, con la intensificación de los enfrentamientos en Libia, la situación podría tornarse delicada de nuevo. El día de mayor tránsito, alrededor de 14.000 personas, en su mayoría trabajadores migrantes, cruzaron la frontera. La OIM y el ACNUR, junto con la comunidad humanitaria, se preparan ante posibles flujos masivos de personas que quieran salir del país.
El número cada vez mayor de ciudadanos oriundos de países devastados por los conflictos como Somalia representan una de las mayors preocupaciones para el ACNUR, ya que no pueden ser repatriados. Guterres ha pedido a los países desarrollados que colaboren estrechamente con el ACNUR para encontrar soluciones conjuntas para el futuro de estas personas.
La OIM y el ACNUR continuarán trabajando de manera conjunta para brindar un apoyo total al pueblo y al Gobierno tunecino, a quienes agradecen la acogida que brindan a todos los que huyen de los trágicos acontecimientos vividos en Libia.