Mieres (E.P.) .-El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres de Mieres ha condenado, tal y como solicitaba la Fiscalía del Principado de Asturias, a un hombre denunciado por maltratar a un cachorro de perro y le impone una pena de multa de 240 euros, con privación de libertad en caso de impago, junto con el pago de las costas procesales, por una falta de maltrato cruel a animales domésticos. La sentencia no es firme y contra ella cabe recurso de apelación en el mismo Juzgado ante la Audiencia Provincial, según ha informado Fiscalía a través de una nota de prensa.

   Fue sobre las 00.10 horas de la noche del 29 de diciembre de 2013, cuando comisaría de la Policía Local de Mieres recibió una llamada anónima en la que se informaba de que un vecino estaba pegando a una perra cachorra y que ésta no paraba de aullar.

   Ante esto, tres agentes acudieron al domicilio del hombre y, tras preguntarle si tenía un perro, éste les contestó afirmativamente, diciéndoles que pasasen a buscarlo porque no sabía dónde estaba. Así, los policías accedieron a la cocina, donde encontraron una cachorra mestiza de Setter Inglés, de unos dos meses de edad, la cual presentaba a primera vista una herida sangrante en la cabeza, piernas y lomo, así como diversos hematomas.

    Al verla, los agentes preguntaron a su dueño por la procedencia de las heridas y él les manifestó que había golpeado al animal porque le había mordido y había que enseñarle a respetar. Los agentes le pidieron entonces la documentación del perro, que el hombre no tenía, según él mismo manifestó.

   Los agentes trasladaron al perro a dependencias policiales, donde le hicieron fotografías, y pusieron los hechos en conocimiento de la Protectora de Animales, trasladándose trabajadores de ésta a la comisaría. Allí, tras examinar al cachorro, le realizaron las primeras curas y se hicieron cargo del mismo.

   La protectora llevó al cachorro a una veterinaria, quien emitió informe cuyas conclusiones pusieron de manifiesto que el animal presentaba lesiones en el aparato locomotor y en la piel, producidas por golpes contusos, una condición corporal muy delgada y miedo a los seres humanos.

   La sentencia considera estos hechos una falta de maltrato cruel a animales domésticos del artículo 632.2 del Código Penal e impone al propietario del perro la pena solicitada por la Fiscalía, dada la gravedad de los hechos, maltrato físico con golpes y condiciones insalubres, teniendo en cuenta además como elemento agravante la edad del animal, un cachorro de tan solo dos meses de edad. Según el fallo, las pruebas practicadas desvelan que el hombre maltrató al animal de forma cruel e injustificada