Un automovilista que circulaba de forma irregular tras una patrulla de la Policía Foral de Navarra conducía sin carné, tras perder los puntos, y sin seguro
De los once conductores imputados durante los últimos días por la Policía Foral por infracciones relacionadas con la seguridad vial nueve superaban la tasa máxima de alcohol autorizada, quintuplicándola en un caso y multiplicándola por cuatro en otro, mientras la prueba practicada a cuatro conductores más ofreció resultados tres veces superiores a los permitidos.
El 3 de agosto un vecino de Bera de 46 años fue interceptado en un control de seguridad ciudadana instalado por la Policía Foral en la citada localidad. Los agentes percibieron síntomas de que estaba influenciado por el consumo de bebidas alcohólicas y la prueba realizada indicó que multiplicaba por cinco el índice máximo autorizado.
El día 6 una patrulla de la Policía Foral acudió a la carretera NA-700 (Pamplona a Estella por Echauri), donde se había producido un accidente en el Valle de Yerri consistente en la salida de la vía de un vehículo. El conductor, un vecino de Pamplona de 28 años que fue trasladado al Hospital García Orcoyen de Estella, cuadruplicaba la tasa de alcohol permitida según los resultados del test al que fue sometido.
Un varón de 26 años, residente en una localidad del Valle de Baztan, ha sido imputado por la Policía Foral por multiplicar por tres el índice máximo de alcohol y por una falta de orden público. Tras ser invitado a detenerse en un control instalado el 3 de agosto en las proximidades de Bera, los agentes observaron síntomas de consumo de alcohol en el conductor de un vehículo que mostró una actitud irrespetuosa hacia los policías a los que se negó a entregar la documentación mientras les amenazaba. El test reveló un índice de alcohol tres veces superior al permitido, por lo que los agentes procedieron a inmovilizar el vehículo, pero poco después comprobaron que había dañado el dispositivo de inmovilización y desobedecido la orden que le impedía conducir el coche.
El día 6 fue imputado un conductor de 51 años domiciliado en una localidad del Valle de Basaburua quien se acercó con su vehículo hasta un control de alcoholemia instalado por la Policía Foral en la carretera NA-122 (Estella-Cárcar), en las proximidades de Estella, con una trayectoria irregular. La prueba de alcoholemia demostró que multiplicaba por tres el índice autorizado, al igual que un vecino de Fustiñana de 48 años al que también el día 6 le fue practicada la prueba en la carretera NA-126 (Tudela-Tauste), y que un vecino de Murchante de 35 años interceptado el 4 de agosto en un control instalado en la carretera N-232 (Alfaro-Tudela-Zaragoza), en Tudela.
La Comisaría de la Policía Foral de Alsasua fue advertida el día 7 de agosto de que un vecino de una localidad de la Barranca, de 35 años, había sufrido un leve percance de tráfico en un lugar cercano y que podía estar influenciado por el consumo de alcohol. Los agentes que acudieron al lugar comprobaron que no sufría lesiones y le practicaron la prueba de etilometría, con resultado positivo.
También superaron la tasa autorizada un vecino de Tafalla, de 62 años, quien conducía sin hacer uso del cinturón de seguridad cuando fue parado en un control de seguridad ciudadana instalado el 7 de agosto en Carcastillo, y un conductor de 23 años de Pradejón (La Rioja), que circulaba a una velocidad elevada y detuvo con dificultad su vehículo al llegar a un control de seguridad ciudadana situado en una carretera de salida de Sartaguda, durante la celebración de las fiestas de la localidad.
Además, la Policía Foral ha imputado a un vecino de Pamplona, de 32 años, quien fue sorprendido el 3 de agosto en un control en la PA-34 (Berrioplano) mientras conducía a pesar de tener retirado el permiso por decisión judicial.
El 7 de agosto fue imputado un varón de 22 años, vecino de una localidad de Tierra Estella, que conducía en Estella un vehículo que circulaba detrás del de una patrulla de la Policía Foral sin guardar la distancia obligatoria de seguridad y alternando acelerones y frenazos. Los agentes lo hicieron parar y al pedirle la documentación comprobaron que su carné había perdido la vigencia tras serle retirados todos los puntos y que carecía del seguro obligatorio