El Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó el 0,4% en abril en tasa anual, medio punto porcentual más que en marzo, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta subida responde a los servicios y productos energéticos.
El distinto calendario de la Semana Santa en el caso de los servicios y el efecto base en el de los productos energéticos explican esta evolución al alza. El resto de los grandes componentes del IPC han moderado su tasa anual, cuatro décimas en la alimentación elaborada, medio punto en la alimentación fresca y una décima en los Bienes Industriales no Energéticos (BINES). En relación con el mes anterior, los precios han aumentado un 0,9%.
Los precios de los productos energéticos han registrado en abril una tasa anual del 1,6% frente al -1,4% del pasado marzo. Este aumento es consecuencia de que en el pasado ejercicio disminuyeron los precios respecto de marzo y en el actual han aumentado ligeramente en combustibles y carburantes o no han variado en la tarifa eléctrica. Combustibles y carburantes han aumentado 1,9 puntos porcentuales su ritmo de variación interanual, hasta el -1% y la tasa anual de electricidad ha aumentado desde el 2,6% de marzo hasta el 9,4% de abril.
La tasa anual de los precios de los alimentos no elaborados descendió 0,5 puntos porcentuales en abril, hasta el -0,5%. Esta acusada desaceleración se debe a las patatas y sus preparados, cuya tasa anual se ha moderado desde el -0,5% de marzo hasta el -3,4% en abril. También al pescado, que reduce su tasa anual en casi dos puntos porcentuales, hasta el 0,7%. Otras partidas como las legumbres y hortalizas frescas y crustáceos y moluscos también han contribuido a dicha moderación. En sentido contrario, cabe destacar la aceleración de precios de la carne de ovino que han aumentado su tasa anual en un punto porcentual, hasta el 2,3%, y de forma más moderada la carne de ave.