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Como todos los días, el 30 de abril Maribel Peña Cervantes y su esposo, Giovanni Enrique Martínez Velázquez, salieron cerca de las 12 horas de su casa, en el fraccionamiento Los Héroes, para recoger a su hija de 5 años del kinder.
Maribel caminaba atrás de Giovanni, sujetando su hombro, en fila india, confiando en sus pasos y el ágil manejo del bastón guía que, en el mundo de oscuridad en el que viven, es único faro. Ambos son ciegos.
Maribel y Giovanni caminaron tres calles hasta llegar a una rotonda, cruzaron la rotonda, avanzaron por una calle donde está un restaurante, luego pasaron por un parque en forma de triángulo y llegaron a una calle donde hay una panadería, una pollería y una escuela primaria. Ahí su camino, ese que recorren a diario por considerar el de menos obstáculos, se interrumpió.
Giovanni escuchó un gruñido frente a él, apenas alcanzó a retroceder dos pasos cuando el perro –un pit bull, lo sabría después- lo esquivó y se abalanzó sobre el pecho derecho de Maribel, segundos después el animal soltó para emprender un segundo ataque hacia su mano izquierda clavándole la mordida sin hacer caso de las órdenes de su dueño, Charbel Serrano Castillo, quien le gritaba que se detuviera pero éste no le hacía caso, estaba fuera de su control.
Cuando el perro al fin dejó a la mujer, Charbel Serrano trató de huir pero la gente, atraída por los gritos de Maribel y consternada por la abundante sangre que comenzó a brotar de las heridas, no se lo permitió, aun cuando trató de intimidarla con su perro. Es más, la amenaza fue clara: o se hacía responsable o lo iban a matar.
Sin límites
Maribel tiene 23 años y es ciega de nacimiento. Estudió hasta 2º año de preparatoria, y se concentró en el deporte. Desde hace casi 15 años es atleta profesional y ha competido en paralimpiadas y olimpiadas nacionales e internacionales ganando, al menos, decenas de premio.
En la Olimpiada Nacional del 2005, por ejemplo, obtuvo cuatro medallas de oro, una de plata y una de bronce. En la Paralimpiada del 2009 fueron cuatro de oro, dos de plata y una de bronce; ese mismo año el Ayuntamiento de Puebla le otorgó el Premio Municipal del Deporte.
A los 17 años, con su 1.40 de estatura y sus 40 kilos, la joven ya se sentía lo suficientemente segura para andar sola en la calle y valerse por sí misma. Años después se casó y tuvo una hija con Giovanni, también deportista.
La familia ha vivido sobre todo de los estímulos económicos que el gobierno del estado les otorga por cada medalla ganada, que va de los 10 mil a los 5 mil pesos, dependiendo del metal. Además, Maribel hace gelatinas y flanes para vender.
A finales de junio, ella planeaba asistir al Campeonato Nacional Libre de Atletismo para Ciegos y Débiles Visuales, en Mérida, Yucatán, donde esperaba repetir los triunfos que años anteriores obtuvo en países como Estados Unidos, República Checa, Venezuela y aquí en México.
Pero ese plan se frustró.
Intimidación e incertidumbre
Luego del ataque del perro la policía se llevó a Charbel Serrano Castillo a la Sexta Agencia del Ministerio Público (MP), mientras la ambulancia dudaba, pese a las heridas expuestas de Maribel, hacer el traslado al hospital pues temía que por falta de recursos no la aceptaran en ningún lado.
Fueron los ruegos de Giovanni y la presión de la gente aún ahí reunida lo que obligó a los paramédicos a llevarla a la Cruz Roja, una decisión que habrían de lamentar días después.
Ahí se presentó la esposa de Charbel Serrano para pedir que se otorgara el perdón, y evitar así que pasara la noche en el MP. La familia de Maribel se negó. Aún era muy pronto para conocer la gravedad de las heridas: otorgar el perdón liberaría al dueño del perro de la responsabilidad por estas.
Giovanni fue llevado a declarar junto con otras dos personas que atestiguaron el ataque. Estando en el MP, llegó el papá de Charbel Serrano, quien se presentó como abogado militar, advirtió que no dejaría que su hijo pasara la noche en la cárcel y le ofreció a Giovanni 30 mil pesos para obtener el perdón.
–Dijo: o nos arreglamos o se atienen a las consecuencias –recuerda Giovanni-, nos vamos a la grande, ahorita voy al hospital, ella ya es mayor de edad y debe saber lo que conviene. Yo le contesté que las amenazas no nos iban a espantar, que le hiciera como quisiera.
Ante el rechazo, el hombre se fue a la Cruz Roja donde la hermana y el papá de la joven le impidieron que la viera. Nuevamente, la intimidación.
–Le dijo a mi papá –cuenta la hermana de Maribel- que le iba a dar 30 mil pesos y que firmara el perdón. Mi papá no quiso. Y el señor dijo que aunque ella se muriera o lo que le pasara, a él lo que le importaba era que su hijo saliera, que lo iba a sacar, que no iba a pasar ni una noche en la cárcel. Pero sí pasó dos ahí.
El viernes 2 de mayo dieron de alta a Maribel sin tener un diagnóstico sólido. Una doctora general le explicó a la familia que no tenía los insumos para determinar la gravedad o el tipo de las heridas. Por las dos noches y tres días internada, las curaciones superficiales y una radiografía pagaron 8 mil pesos.
Si bien la dimensión del problema todavía es desconocida para ella y su familia, dos días después comenzaron a sospechar que podía ser peor de lo que pensaron.
–El domingo se puso mal, le dio vómito y la tuvimos que llevar al hospital del sur –explica la hermana de Maribel-, ahí un ortopedista le vio la mano y nos dijo que no tenían que haberle vendado con las gasas húmedas que le pusieron en la Cruz Roja, porque se le empezó a caer la piel donde tiene los puntos. Dijo que tampoco tenían que haber puesto puntos en el seno porque como era mordida de perro tenía que estar supurando por si había bacterias, que podía haber una complicación a largo plazo. Y que de la fractura del dedo no pueden hacer nada hasta que no le quiten los puntos y cicatrice, para que puedan revisar la mano. Nos dijeron que no eran lesiones leves, como dijeron en la Cruz Roja.
–¿Le dieron tratamiento?
–El vómito le dio porque era muy fuerte el medicamento que le dieron en la Cruz Roja y nos dio miedo que con el esfuerzo se le fueran a caer los puntos del seno. Entonces le cambiaron los medicamentos. El problema son los dolores en la mano y en el seno. Es incómodo por la ropa. En el seno tiene 4 puntos. Dos arriba, uno abajo del pezón y otro del lado derecho. En la mano tiene 8 puntos, tiene una herida de un colmillo muy profunda que se la dejaron abierta y obviamente toda la mano deshecha, raspones y heridas por todos lados.
“Se hubieran arreglado”
El día que Maribel fue dada de alta, su familia fue al MP a solicitar una copia de la averiguación previa (722/2014) que les pidieron en Atención a Víctimas.
–Se portaron muy prepotentes, (dijeron) que no me la podían dar –recuerda su hermana-. Me mandaron con la licenciada Mónica, y cuando llegué con ella le planteamos el problema y nos dijo que no nos la podía dar, que tenía muchos casos que atender, que tenía que hacer un oficio y que a la única que se la podían dar era a Maribel, le dijimos que estaba en el hospital. Y nos dijo, “no sé por qué no se arreglaron con el señor, si con el dinero que les daban era más que suficiente”.
Le dije “es que usted cree que nada más es eso”, y ya nos dijo que “una mordida de perro no es para más, no sé qué querían, de qué se querían colgar”. Obviamente nos molestaron mucho sus palabras y le dijimos que si había secuelas con 30 mil pesos no iba a alcanzar para una cirugía, dijo “es que no va a pasar nada, lo que tiene tu hermana no es grave, y en todo caso si le llega a pasar algo va a ser por culpa de ella”, dijo que si se le infectan las heridas será porque sea cochina y no se bañe o porque nosotros no la cuidáramos, y que entonces la culpa será nuestra y no de ellos.
Salieron del MP sin la copia de la averiguación. Ese mismo día, Charbel Serrano obtuvo su libertad tras el pago de 22 mil pesos de fianza.
El ataque
Según recuerdan Giovanni y Maribel, Charbel Serrano habría dicho que el perro atacó al considerar el bastón una amenaza. Sin embargo no se lanzó sobre Giovanni, quien traía el bastón e iba hasta adelante, sino contra Maribel que iba detrás y con las manos vacías.
La teoría de la pareja es que el perro estaba entrenado, que saltó intentando llegar a la yugular pero sólo consiguió atrapar un seno y que, al intentar una segunda vez, se encontró con la mano de Maribel que, en reacción natural, había levantado para protegerse.
–Si las lesiones de Maribel dañan de manera permanente la movilidad de su mano afectaría su calidad de vida y su desempeño deportivo -advierte Raúl Rodríguez, presidente de la Asociación Deportiva para Ciegos y Débiles Visuales de Puebla-, las manos son un auxiliar importantísimo para una persona ciega, el tacto nos sirve para todo, para ubicarnos, el manejo del bastón, es de primera necesidad, si Maribel la pierde, eso la va a marginar más.
La importancia del tacto para las personas ciegas ha sido demostrada en varios y diferentes estudios.
En una investigación sobre formación de ciegos y discapacitados visuales hecha en la Universidad de Huelva, España, se concluyó que para una persona ciega “el tacto y la audición se convierten en los elementos principales para acceder a la información”.
El tacto es, para las personas ciegas y deficientes visuales, el medio de participar de la cultura y contribuir a la misma, es además un medio educativo a todos los niveles, dado que el conocimiento de un objeto está basado tanto en el análisis visual como táctil. El tacto es un medio de acceso a experiencias estéticas y creativas”.
Y según un estudio de la Universidad McMaster en Washington, Estados Unidos, que se publica en la revista The Journal of Neuroscience “una de las formas en las que el cerebro se adapta a la ausencia de visión es acelerar el sentido del tacto. La capacidad para procesar de forma rápida la información no visual probablemente aumenta la calidad de vida de las personas con ceguera que se apoyan en un extraordinario grado de sentidos no visuales”.
El proceso
La fracción VII del Artículo 1861 del Código Reglamentario del Municipio (Coremun) establece que “Sin perjuicio de otras disposiciones aplicables, los propietarios, poseedores y encargados de animales domésticos tienen las siguientes obligaciones con sus animales a su cargo: Colocarles una correa, para poder transitar con ellos en la vía pública, así como responder de los daños y perjuicios que llegaren a causar a terceros, en caso de que les permita andar libremente, se le escapen o los abandone en la vía pública; con bozal en caso de los considerados feroces tales como los perros con acondicionamiento para guardia y protección y las razas tales como: a) Pitt Bull Terrier; b) Staffordshire Bull Terrier; c) American Staffordshire Terrier; d) Rottweiler; e) Dogo Argentino; f) Fila Brasileiro; g) Tosa Inu; y h) Akita Inu; O cualquiera de sus cruces con estas razas de animales”.
Además de la violación al Coremun, en el caso contra Charbel Serrano se suma un elemento penal por lesiones imprudenciales, ya que Maribel requirió hospitalización. El proceso continúa abierto y así seguirá hasta que la salud de la joven esté plenamente garantizada.
La regidora Silvia Argüello, presidenta de la Comisión de Salud y Grupos en Situación de Vulnerabilidad del Ayuntamiento de Puebla, conoce el caso y aseguró a Lado B que buscará a la familia para ofrecerles apoyo y seguimiento al proceso judicial, que está en manos del MP, aunque ninguna dependencia o autoridad se ha acercado hasta ahora.
A raíz del ataque Maribel tiene miedo de salir sola, un miedo que dejó atrás hace años y que ahora se presenta diferente, más real, y la llena de inseguridad. También está el dolor, ese que no se le quita ni con los medicamentos y la incomodidad de depender otra vez de alguien más, hasta para atender a su hija.
http://www.poblanerias.com/2014/05/pit-bull-ataca-a-medallista-nacional-discapacitada-en-puebla/