Mieres (E.P.) .-Los ganaderos del Caudal han perdido, desde principios de año, 30 reses en ataques de lobos. Así lo ha denunciado la Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu (AGALL) en la comarca del Caudal, tras hacer su primer balance antes del inicio de la temporada de pasto.
La mayoría de los ataques, según los responsables de la entidad, se han producido en el monte Llosorio. Además, según han asegurado los portavoces de AGALL, "se han perdido reses pequeñas, potros recién nacidos, ovejas y cabras".
Esta situación hace difícil que los ganaderos puedan cobrar una indemnización por el ataque de fauna salvaje. "Quedan pocos restos, de los potros pueden comer incluso los huesos, así que es difícil que la Guardería nos dé la razón", han señalado.
Los ganaderos del Caudal llevan años reclamando al Principado que se incluya a la comarca dentro de los controles del mapa de gestión del lobo en Asturias. A pesar de la negativa de la Administración, los productores de AGALL han asegurado que la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos sí que ha "incrementado el control" en la zona del Caudal. "De esta forma han conseguido reducir el número de ataques, en relación al año pasado, e intentan esquivar las críticas", han añadido.
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