La construcción, en un futuro, de puertos y muelles en diferentes ciudades de África es la razón por la que la empresa tinerfeña Aemón 07 Oceanográfico envía esta primera misión de reconocimiento de los fondos marinos. Estos trabajos permiten conocer los componentes de las diferentes capas marinas; dato necesario para construir cualquier instalación en el mar.
El jefe de la expedición explicó que lo que van a realizar en esta primera campaña es un exhaustivo reconocimiento del fondo marino "para conocer a ciencia cierta todos los materiales que se encuentran en las inmediaciones de los lugares en los que se pretenda construir un puerto".
Los trabajos consisten en la introducción en el fondo marino de unas tuberías de metal con tubos de pvc en el interior, para perforar las diferentes capas con las que se encuentren. De esta manera, podrán analizar los sedimentos y realizar los informes que luego pasarán a la empresa que se encarga del diseño de las obras.
El ingeniero al mando de la expedición, Luis Santana, declaró al inicio de la travesía que “nuestra empresa es la única que cuenta con tecnología necesaria para realizar este tipo de actividad, aunque va tan rápido el desarrollo de las ciencias del mar que nos vemos obligados a renovar cada dos años la maquinaria”.
El itinerario, que partió de la capital tinerfeña, tiene prevista una primera escala en Cabo Verde, aunque la toma de datos empezará en Guinea Ecuatorial, Senegal, Angola y Guinea Bissau.
La compañía, que tiene las oficinas en Tegueste (Santa Cruz de Tenerife), es la parte canaria de una empresa mayor, Abarloa2, encargada de diseñar el puerto de la Bahía de Benguela, en Angola. Se dedica a la ingeniería y consultoría marítima y portuaria y, en concreto, a servicios portuarios, costeros, medioambientales e hidráulicos.
En esta primera toma de contacto, el buque permanecerá en la costa africana por un periodo de dos meses, aunque deberán continuar las prospecciones, pues habrá varias fases antes de que el proyecto concluya.
El Aemón 22 se construyó en el 2005 en un astillero gallego, expresamente para realizar trabajos de esta envergadura. Asegura Santana que la embarcación cuenta con unas "medidas raras pero, de esta manera, aguanta mucho más peso y para nosotros es lo que importa. El buque tiene 22 metros de eslora, manga ancha y calado bajo. Éstas son las dimensiones necesarias para que el barco no encalle cerca de la costa", apuntó el ingeniero.
OIP Guinea Ecuatorial