“La Educación para Todos no es un asunto que concierne únicamente a los países en desarrollo”, afirmó la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, en la inauguración de la Reunión de consulta sobre la promoción del derecho a una educación de calidad para los niños gitanos, que se efectuó en la UNESCO esta semana. La Sra. Bokova dijo que la educación de los niños gitanos es “una de los retos educativos más importantes de las sociedades europeas”.

En el discurso que pronunció ante los delegados, representantes de los ministerios y expertos de ocho países de Europa Central y Oriental (Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia Hungría, Rumania, Serbia y Ucrania) así como los representantes del Consejo de Europa y la Comisión Europea, la Directora General señaló que “la exclusión y la marginación persisten por doquier en diverso grado, incluso en el corazón mismo de Europa”. Asimismo, la Sra. Bokova manifestó su apoyo a la estrategia que la Unión Europea anunció recientemente con miras a mejorar la situación de los gitanos.

El Subdirector General de Educación de la UNESCO, Qian Tang, afirmó que la educación de calidad para los niños gitanos era un preocupación de primer orden para la UNESCO y un aspecto esencial de la calidad y equidad de los sistemas educativos.

Con una población que se calcula entre 8 y 12 millones de personas, los gitanos constituyen una de las minorías más numerosas de Europa. Son muchas las barreras que obstaculizan el ejercicio de su derecho a la educación.

El escaso grado de escolarización es un problema común y la segregación escolar ha generado bajos índices de asistencia y altas tasas de abandono de los estudios.

Durante la consulta, la educación de los niños gitanos se planteó desde diversos ángulos, como una cuestión de derechos, de valores y de integración. Según los oradores, es esencial llegar a comprender los obstáculos que impiden a los niños gitanos acceder a la educación de calidad: la pobreza, el idioma, las diferencias culturales y las funciones tradicionales de los sexos que impiden especialmente que las niñas puedan ejercer sus derechos. 

Los participantes coincidieron en que la pobreza “no era un asunto que afectara exclusivamente a los gitanos”, pero que tenía un efecto añadido sobre el acceso a la educación de calidad. Por lo tanto, es necesario prestar más atención a la interacción entre la pobreza y la condición étnica. La educación podría quebrar el círculo vicioso que formaban las barreras sociales, económicas, lingüísticas y otros obstáculos, pero para lograrlo es necesario aplicar una estrategia plural. El acceso a la educación no concierne únicamente a los niños gitanos, sino a toda la comunidad gitana, en particular a los padres y los docentes. Aunque se insistió reiteradamente en la importancia de la atención y educación de la primera infancia para los niños gitanos, los participantes afirmaron que la educación de la comunidad gitana debería abordarse con una perspectiva de aprendizaje a lo largo de toda la vida. 

En su discurso de clausura, Qian Tang se refirió a la función de la UNESCO en la promoción de la educación de calidad para los niños gitanos. Habida cuenta de la experiencia de la Organización en materia de programas de alfabetización para niñas y mujeres y de su labor con otros grupos marginados, se acordó que la UNESCO organizara una reunión de expertos de la región, en la cual se trataría de definir dos o tres ámbitos esenciales en los que la Organización podría realizar su mejor contribución a la tarea de garantizar la educación de calidad para “uno de los grupos más desfavorecidos de Europa”. Asimismo, la UNESCO se ha propuesto fortalecer la cooperación con los socios que trabajan en ese sector, en particular el UNICEF, el Consejo de Europa y la Comisión Europea.

FOTO ©UNESCO Beirut