La plantilla deberá abandonar la ocupación de la planta, mientras que la multinacional se compromete a retirar el recurso ante el Supremo

   Gijón (E.P.) .-

   La asamblea de trabajadores de la planta gijonesa de Tenneco Automotive han votado este viernes a favor de iniciar negociaciones con la multinacional que permita la reapertura de la factoría, una vez que se llegó a un principio de acuerdo el pasado día 30 en la reunión mantenida en Bruselas entre el Comité de Empresa y el vicepresidente de la compañía, Hari Nair.

   Así lo ha indicado a Europa Press el representante sindical César González, quien ha destacado que no hubo ni votos en contra ni abstenciones. Una vez que la asamblea ha dado su conformidad, deberán comunicarlo el próximo día 5 al director general de Empresa e Industria de la Comisión Europea, Daniel Calleja, al igual que deberá hacerlo la multinacional. Está será quien deba convocar el inicio de las conversaciones.

   La negociación está condicionada a cuatro puntos fundamentales como es la redimensión de la planta, a través de prejubilaciones a mayores de 55 años, bajas incentivadas y posibles trasladados a Alemania, Ermua y Valencia. No se descarta el explorar también la posibilidad de acordar otras condiciones en el marco de la legislación vigente.

   También se pide el que los trabajadores acaben con la ocupación de la fábrica al tiempo que la multinacional diseña un plan de viabilidad de futuro, además de comprometerse a retirar el recurso ante el Tribunal Supremo en contra de la sentencia que obliga a readmitir a la plantilla. En cuanto al futuro de la planta, se acordó que Tenneco continuaría dirigiendo la fábrica hasta que se traspasara la propiedad.

   Desde la UE, asimismo, se apuesta porque la fábrica comience a recobrar la normalidad ya a partir del próximo miércoles, día 7 de mayo, que pasaría por unas negociaciones en las que el Gobierno regional de Asturias haría de mediador. Eso sí, se deja claro, en el comunicado remitido por la Dirección General de Empresa e Industria de la Comisión Europea, que seguirá "de cerca la correcta puesta en práctica de lo acordado".