Tras triunfar con esta obra en Madrid, el director musical asturiano vuelve a dirigir la versión original de la ópera de Emilio Arrieta

Redacción.- «Marina», el célebre título del compositor navarro recala hoy a las ocho de la tarde en el teatro Campoamor con el aval del éxito clamoroso cosechado la pasada temporada en el madrileño Teatro de La Zarzuela.

Ya entonces, en la capital de España, el asturiano Óliver Díaz brilló en la dirección musical, compartida con el director valenciano Cristóbal Soler, y vuelve ahora a su tierra natal para subirse al puente de mando y conducir a la orquesta Oviedo Filarmonía, al Coro de la Capilla Polifónica «Ciudad de Oviedo» y a una excelente dotación de cantantes.

UN DIRECTOR DE MUCHO CALADO

Nuestro maestro, una de las más firmes batutas de esta región y con mayor proyección internacional en medio mundo, advierte que el público «escuchará una versión como nunca antes se había hecho en Oviedo», gracias a la recuperación de dos números inéditos, uno que consiste en un dúo de Marina y Roque y otro que incorpora el baile popular de la sardana (la acción transcurre en un pueblo de la costa catalana), y que son fruto de la edición crítica auspiciada por el Instituto Complutense de Ciencias Musicales y está firmada por los musicólogos María Encina Cortizo y Ramón Sobrino, ambos ligados a la Universidad de Oviedo.

Esta ópera, afirma Díaz, «entraña grandes dificultades, porque al belcantismo de reminiscencias donizettianas se une el dramatismo de carácter verdiano, pero el elenco vocal es de lujo, tanto como la orquesta y el coro».

VOCES DE ALTOS VUELOS

La tripulación que arriba a nuestra ciudad está formada por cantantes que conocen bien los entresijos de una partitura muy exigente y que, a pesar de los muchos escollos que encierra, no les supuso impedimento alguno para triunfar en Madrid y ser largamente ovacionados el pasado año.

La soprano madrileña Sonia Munck encarna el papel de Marina, el tenor valenciano Antonio Gandía da vida a Jorge, el barítono de origen gallego Luis Cansino se inviste de Roque, el bajo menorquín Simón Orfila interpreta el rol de Pascual y el barítono también madrileño Gerardo Bullón se erige en el capitán Alberto.

Completan la flota tres grandes valores asturianos, la soprano Yolanda Secades, Rubén Díez y Marta Ruiz.

CON OLOR A BREA Y SUDOR DE BREGA

Otro habitual de la ópera y la zarzuela ovetense es el director de escena Ignacio García, cada día más valorado por su trabajo, su seriedad artística y su capacidad para crear ambientes donde «se huele, se respira y se siente la realidad» sin encarecer caprichosamente la factura.

Desde su cuarto de máquinas y con aparejos de tono verista reivindica la dignidad proletaria y «lo que somos como pueblo, un país de gente que trabaja en el mar y en la tierra, en el que están todas las Españas».

Para García «es una obra de su tiempo que abre caminos nuevos; que plasma un mundo preindustrial y el conflicto entre la patronal y los obreros». El mar, como metonimia, retrata las emociones de los personajes, «la lucha por salir adelante de los hombres que pescan y la esperanza de las mujeres que tejen las redes».

Y, para rematar, confiesa «la emoción» de poder levantar nuevamente el telón de esta nueva producción, «una demostración de lo que podemos hacer con nuestro patrimonio».

UN IDILIO AMOROSO EN LLORET DE MAR

Marina y Jorge son dos jóvenes que se han criado juntos en aquel pueblo costero de Cataluña.

Entre ambos se ha desarrollado un amor secreto, pero ninguno de los dos sabe si el otro le corresponde. Para saberlo, Marina hace que Pascual, que también está enamorado de ella, pida a Jorge su mano, de modo que éste tenga excusa para dar salida a sus sentimientos.

Sin embargo, Jorge aceptará la propuesta de Pascual, pensando que Marina no le ama.

El equívoco provocará de infelicidad de todos hasta que los celos de Pascual provoquen una situación en la que los sentimientos reales puedan aflorar.

UNA ÓPERA QUE FUE ZARZUELA

Compuesta inicialmente como zarzuela y con libreto de Francisco Camprodón, vio la luz en el Teatro Circo de Madrid en 1855. A petición del famoso tenor Enrico Tamberlick, que desempeñaría el cometido de Jorge, fue transformada después por el compositor en una ópera en tres actos y firmada por el dramaturgo Miguel Ramos Carrión.

Se estrenó con grandísimo éxito en el Teatro Real de Madrid el 16 de marzo de 1871 y completaron el cartel Angiolina Ortolani (también citada como Sra. Tiberini) como Marina, Gottardo Aldighieri como Roque y Luis Gassier como Pascual.

Así se expresaba José María de Goizueta, crítico musical de La Época, dos días después del estreno: «No he experimentado nunca en el teatro una emoción igual a la que sentí el pasado jueves 16 de marzo. Se representaba en nuestra grande escena lírica por primera vez una ópera española, cantada por artistas conocidos y queridos del público, en el hermoso idioma de Cervantes».

Más adelante escribe, a propósito del cuarteto del primer acto: «Su estructura no puede ser más perfecta, ni su idea primordial más bella, ni su melodía más sencilla ni más sentida».

Y, tras referirse a que «merecieron los honores de la repetición la balada que cantó Tamberlick a su salida, el brindis y la serenata cantada por Aldighieri», concluye su comentario diciendo que «la obra de Arrieta ha gustado muchísimo a todo el público» y expresa su enhorabuena a «los artistas que con tanta benevolencia se han prestado a cantar una obra nueva escrita en un idioma que no es el suyo», por ser dignos de gratitud y elogio, tras haber sido llamados a escena «repetidas veces entre grandes aplausos».

Desde esta publicación hacemos votos para que la de hoy, también sea una noche triunfal para todos. Ojalá que así sea.