El Presidente de la República de Chile, Sebastián Piñera, acompañado de los ministros de Minería, Hernán de Solminihac, y de Trabajo, Evelyn Matthei, firmó el Proyecto de Ley sobre Seguridad e Institucionalidad Minera que aumenta y hace más exigente la fiscalización del Estado a las empresas mineras, con el propósito de reducir drásticamente los accidentes en esta actividad.
El proyecto de ley pretende convertir a la industria minera en un área moderna, segura y con mayor fiscalización. En esa línea, se creará una Superintendencia de Minería, que estará a cargo de la fiscalización, el cumplimiento y la aplicación de la normativa de seguridad minera. Además investigará todos los accidentes laborales
Palabras de S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, al firmar proyecto de ley de seguridad e institucionalidad minera, en mina San Pedro
Amigas y amigos:
Hoy día vamos a hablar en serio, de un tema importante y trascendente, que significa muchos compromisos que llevamos en el alma en nuestro Gobierno.
Sabemos que Chile es, ha sido y va a seguir siendo un país minero. De hecho, la extracción de los minerales desde el subsuelo se originó mucho antes que llegaran los españoles. Era una actividad de nuestros pueblos originarios que desarrollaron prácticamente desde siempre.
De hecho, fue el oro y la plata los que sustentaron y financiaron la Capitanía General de Chile durante todos los siglos de la Colonia.
Además, en estas tierras de Til-Til, que las recordamos básicamente porque aquí murió uno de los héroes de la Independencia, o fue asesinado uno de los héroes de la Independencia, Manuel Rodríguez, sino que también las recordamos porque en estas tierras desde siempre ha existido una importante, innovadora y esforzada labor minera.
Hoy día la minería es sin duda un sector muy importante de nuestra economía. Representa más de 40 mil millones de dólares de producción, un 20% del producto. Es decir, 1 de cada 5 pesos que se producen en Chile, se producen en la minería.
Además de eso, da empleo a más de 200 mil personas, y con los precios que han alcanzado los minerales, y particularmente el cobre, representa hoy día cerca del 60% de nuestras exportaciones. Estamos hablando de una actividad muy importante.
Pero además, es una actividad que requiere cambios profundos, que ha tenido un pasado lleno de luces y que tiene un futuro lleno de oportunidades.
Y por eso tenemos que tomarnos muy en serio lo que es la industria y la actividad de la minería en nuestro país.
El 36% de las reservas de cobre conocidas en el mundo están aquí, en Chile. El 60% de las reservas de yodo, el 22% de las reservas de litio. Y, por tanto, tenemos minería para mucho tiempo. La pregunta es qué tipo de minería queremos tener.
Pero además, estamos muy conscientes que recién estamos empezando a descubrir las riquezas que Dios puso en nuestro subsuelo. Y, por tanto, no solamente el desafío es explotar lo que ya hemos descubierto, sino que descubrir lo que aún está oculto bajo las entrañas de la Tierra.
Por eso, junto al ex ministro de Minería, Laurence Golborne, hicimos un esfuerzo de identificar dónde estaban esas oportunidades. Y llegamos a identificar proyectos de inversión concretos, reales, factibles, por más de 50 mil millones de dólares para el periodo 2011-2015. Es decir, ésta es una actividad que además de ser una actividad fundamental hoy día, está llamada a serlo aún más, porque tiene por delante un futuro lleno de oportunidades y lleno de luces.
De esos 50 mil millones de dólares, y esto es bueno que usted ministro tome plena conciencia, casi un tercio son inversiones que deberá realizar Codelco.
Codelco es una empresa del Estado y va a seguir siendo una empresa del Estado. Y, por tanto, es una empresa que pertenece a todos los chilenos.
Y Codelco tiene que hacer inversiones gigantescas, porque en la práctica la Codelco que hemos conocido es una empresa que va a tener que reconstruirse, reinventarse, porque sabemos muy bien que los minerales de Chuqui, de El Teniente, de Andina, van a tener que ser prácticamente reestructurados: Chuqui va a dejar de ser una mina a tajo abierto, y va a pasar a ser una mina subterránea, El Teniente va a tener que buscar nuevos rasgos, probablemente más profundos que los que han sido explotados hasta hoy día, y Andina requiere una total reestructuración.
Y por eso, aprovechar en plenitud este potencial de la minería, y que Codelco sea una empresa líder, pionera, moderna en tecnologías, en cuidado del medio ambiente, es un compromiso que lo tenemos todos los chilenos y lo tiene también este Presidente.
Y es un tema que aprovecho de aclararles a aquellos que han tenido dudas: Codelco es y va a seguir siendo una empresa del Estado y de todos los chilenos.
Pero también queremos que Codelco sea una empresa moderna, eficiente, amistosa con el medio ambiente, innovadora y pionera en materia tecnológica y, por supuesto, que tenga un trato digno, justo, como corresponde, con sus trabajadores.
Ese será el desafío, hacer de nuestra minería una minería competitiva, porque hay muchos otros países que están tratando de quitarnos el sitial que Chile tiene en minería, una minería sustentable, sustentable con el medio ambiente, sustentable con las comunidades, y una minería segura y con un trato digno a sus trabajadores, que les asegure que realmente en esta materia nos vamos a tomar en serio el tema de la seguridad.
El ex ministro de Minería decía que habíamos tenido 39 muertos el año pasado. Exactamente, 45 el año pasado, 39 es lo que tenemos en promedio este año. No podemos asegurar de que no van a haber más muertos en la minería, pero sí podemos asegurar que vamos a hacer lo humanamente posible como Gobierno para minimizar, reducir y ojalá eliminar las fatalidades en la minería.
En materia de competitividad tenemos muchos desafíos, porque si bien tenemos la bendición de tener los yacimientos, y tenemos también la bendición de la cercanía entre los yacimientos y el mar, que es el mecanismo de transporte, tenemos dos grandes problemas, dos grandes desafíos y dos grandes dificultades: la primera es el alto costo de la energía en nuestro país, y el segundo es la escasez de agua, que se está haciendo cada vez más grave en nuestro país.
Y esos dos desafíos los vamos a enfrentar. No vamos a esconder la cabeza como el avestruz, aun cuando ese problema, uno podría decir, no es de nuestro Gobierno, porque para nuestro Gobierno la seguridad energética y la disponibilidad de agua está asegurada, pero los gobiernos no pueden mirar solamente su periodo, tienen que ser capaces de levantar la vista y enfrentar los desafíos del futuro. Aun cuando el gasto, la inversión y el costo lo asuma este Gobierno y los beneficios los tengan gobiernos futuros, porque estamos pensando en Chile y los chilenos, y estamos trabajando intensamente en una política energética para nuestro país y una política de agua, o hídrica, para nuestro país.
Por lo demás, estos dos factores son factores que tenemos que enfrentar, porque de lo contrario otros países que tienen energía más barata o mayor abundancia de agua, nos van a empezar a desafiar nuestro sitial de país líder y pionero en materia de minería. Y esos son países que no hay que buscarlos muy lejos, algunos de ellos están muy cerca de nuestras fronteras.
Pero además, la industria minera tiene que ser sustentable, amistosa, respetuosa, cuidadosa del medio ambiente. Y ahí está una serie de iniciativas que ha tomado nuestro Gobierno, como por ejemplo, el trato que se le está dando al cierre de las faenas mineras, y amistosa también con las comunidades y con la gente que vive, trabaja en torno a la minería y, por supuesto, también con sus trabajadores.
De ahí que el tema de la seguridad en el trabajo es para nosotros un tema fundamental y esencial.
Días atrás, con la ministra del Trabajo presentamos una agenda que significa un cambio profundo, que apunta a crear una cultura de seguridad en el trabajo. Y explicitamos en esa oportunidad todas las medidas que estamos tomando para que Chile sea un país más seguro en el trabajo, más seguro en proteger la vida y la integridad física, pero también un país más digno en las condiciones en que laboran sus trabajadores, particularmente todo lo que tiene que ver con higiene y condiciones de trabajo.
Y hoy día vamos a anunciar la agenda para mejorar sustancialmente la seguridad de la minería en nuestro país.
Esto es algo que debimos haber hecho hace mucho tiempo, hace mucho tiempo.
Desde ese punto de vista, el accidente de la Mina San José, el 5 de agosto del año pasado, que significó que 33 mineros quedaron atrapados a 700 metros de profundidad, fue una voz de alerta que no la hemos olvidado. Ese mismo día del accidente iniciamos el trabajo para hacer de Chile un país más seguro, no sólo en la minería, sino que en todos los sectores de la economía.
Y quiero afirmar hoy día que con la misma fuerza, fe y convicción con que hicimos lo humanamente posible para encontrar y rescatar vivos a nuestros mineros, hemos estado trabajando estos meses para desplegar una agenda de seguridad y crear una cultura de seguridad en el trabajo.
En primer lugar, esta nueva agenda, que ya está en marcha, pero que aún le quedan etapas por implementar, ha significado aumentar y hacer mucho más rigurosa y mucho más exigente la fiscalización del Estado a las empresas mineras, con el propósito de reducir drásticamente los accidentes.
Para ello se aumentaron los recursos de Sernageomin en un 62% y se aumentaron los recursos públicos para la seguridad minera en casi un 110%. Y esto ha significado cosas muy concretas: prácticamente duplicar el número de fiscalizadores, lo cual nos ha permitido realizar más de 4 mil labores de fiscalización durante este año, y además, a fines del año 2011, en que estamos hoy día, nos hemos impuesto la meta de llegar prácticamente a triplicar el número de fiscalizadores, de forma tal de que la fiscalización no sea simplemente una buena intención, sino que sea también una buena realidad.
Pero yo quiero decir en esto, en forma muy clara, esto no es solamente una tarea del Gobierno. En esto necesitamos la colaboración activa de los empresarios de la minería y de los trabajadores de la minería.
Y por eso hemos capacitado a más de 600 trabajadores, para que sean monitores de seguridad en sus respectivas empresas. Y esperamos aumentar este número de 600 a 1.100 y luego a 4.000 durante nuestro período de Gobierno.
Y los frutos ya están a la vista. Lo dijo el ministro Golborne, que gracias a este esfuerzo, durante el primer semestre de este año, en comparación al mismo semestre del año anterior, hemos logrado reducir a la mitad los accidentes con fatalidad en la industria de la minería en nuestro país.
Cada una de esas vidas que se han salvado, justifica plena y totalmente el esfuerzo que hemos estado haciendo.
Pero además, después del accidente de la Mina San José, también nos comprometimos a algo más, no solamente a fiscalizar mejor, sino que revisar profundamente la institucionalidad, las normas, los procedimientos, las leyes y las sanciones en materia de minera.
Y un grupo trabajó intensamente recogiendo las mejores experiencias en el mundo entero, haciendo análisis de legislaciones comparadas, trabajando, conversando y dialogando con cientos de trabajadores y empresarios de la minería, de expertos de la minería, y llegamos a una propuesta que se ha traducido en un proyecto de Ley de Seguridad e Institucionalidad Minera, que vamos a presentar en los próximos días al Congreso Nacional, y que espero que sea aprobado con la urgencia que esta prioridad necesita y merece, que es la urgencia propia de tener una legislación minera y una cultura de seguridad en la minería que proteja y resguarde la vida y la integridad física de nuestros trabajadores.
Esa nueva ley crea una nueva institucionalidad. Primero, una Superintendencia de Minería, que va a estar a cargo de la fiscalización y el cumplimiento y aplicación de la normativa de seguridad minera, que va a investigar todos los accidentes laborales, para ver cuáles son las responsabilidades que se deben sancionar y cuáles son las lecciones que se deben aprender. Que va a confeccionar los manuales de buenas prácticas para ser difundidos en toda la industria, y que además de eso va a establecer las nuevas multas, que lo quiero anticipar, van a ser más onerosas y más exigentes que las que existen hoy día. Porque creemos que en algunos casos, y esto es una excepción, pero hay que terminar con ello de raíz, hay algunos que creen que es más fácil o más económico pagar la multa que proteger como corresponde la seguridad y la vida de los mineros. Y esa conducta no la vamos a tolerar.
Pero además, se crea el Servicio Geológico de Chile, que reemplaza al actual Sernageomin, y que tendrá por función el desarrollo de un completo y oportuno catastro y un plan nacional para la exploración geológica avanzada, que va a facilitar la labor de exploración y, por tanto, de seguir descubriendo más riquezas.
Y además, va a ser responsable de la ejecución del monitoreo volcánico, en un país que tiene más del 25% de los volcanes del mundo, como es Chile, la prevención de riesgos sísmicos, el apoyo a las labores de prevención y también en materia de inundaciones, remociones en masa y otros desastres naturales que con cierta frecuencia nos afectan.
Pero en materia de seguridad minera propiamente tal, este nuevo proyecto y esta nueva institucionalidad establece un nuevo sistema de información de accidentes mineros, un nuevo modelo de fiscalización, que va a incluir la contratación, por parte de la Superintendencia de Minería, de expertos y técnicos mineros que van a apoyar a los fiscalizadores en aquellos casos que lo ameriten, para poder aprender más rápido las lecciones que nos lleven a una cultura de seguridad en la minería, que va a realizar las auditorías de seguridad que se realizarán a todas las empresas con más de 10 mil toneladas, una vez cada 3 años, y que además va a establecer algo muy importante, que es establecer que la cultura de la prevención de riesgos tiene que nacer en la propia empresa.
Todas las empresas mineras van a tener que hacer una autoevaluación de su seguridad, y en conjunto con sus trabajadores, van a tener que hacerse una pregunta: qué tan segura es la faena minera que están desarrollando; qué pueden hacer para garantizar mejor la seguridad y la vida de sus trabajadores.
Y esa autoevaluación va a ser facilitada, a través de manuales que van a significar verdaderas ayudas para que cada empresa pueda autoevaluar su propia seguridad, porque nadie conoce mejor los riesgos que el que los está sufriendo, ni nadie tiene más interés en prevenirlos, que aquel que se va a ver beneficiado con esa prevención.
Y, por tanto, esa autoevaluación va a ser parte de la cultura de seguridad en el trabajo. Las empresas van a tener que autoevaluarse, en esa autoevaluación van a participar sus trabajadores, y esa autoevaluación tiene que ser enviada al Ministerio de Minería, y lo mismo ocurrirá con las demás empresas, al Ministerio del Trabajo, para que el Ministerio de Minería y el Ministerio del Trabajo puedan, a partir de esa autoevaluación, ver dónde tienen que concentrar su fiscalización, por una parte, y también su ayuda para mejorar las faenas mineras, porque el objetivo no es pasar multas, el objetivo es mejorar la seguridad y proteger mejor la vida de nuestros trabajadores.
Además de eso, lo decía hace un momento, una revisión de las multas, que van a poder llegar hasta 350 millones de pesos, según como corresponda, y que van a ser incluso aumentadas en caso de reincidencia. Y una mejor y más estricta penalización de la comercialización del mineral que proceda de faenas que no están cumpliendo con esta normativa en materia de seguridad laboral.
Yo quisiera terminar estas palabras recordando que en Chile tenemos una misión grande, trascendente, por la cual vale la pena luchar y vale la pena trabajar.
Lo hemos dicho muchas veces, pero a veces no tomamos plena conciencia del desafío y la misión que nos corresponde a nosotros, que es hacer de Chile un país desarrollado, sin pobreza y con mayor igualdad de oportunidades, antes que termine esta década, que ya está corriendo.
Y para eso, la minería debe jugar un rol absolutamente fundamental. No cualquier minería. Una minería moderna, pionera, avanzada en materia tecnológica, que la haga competitiva, una minería sustentable, que proteja, respete y sea armoniosa con el medio ambiente y la naturaleza, y una minería que se preocupe de la seguridad y la dignidad del trabajo de todos y cada uno de sus trabajadores.
Esa es la minería que queremos. Cuando Chile pueda por fin ser un país desarrollado, sin pobreza y con igualdad de oportunidades. Esa es la tarea de nuestra generación.
Yo sé que muchas generaciones en el pasado lo intentaron. Basta leer la literatura de fines del siglo XIX, cuando Chile también vivió un auge del salitre y muchos creyeron que el camino al desarrollo estaba a la vuelta de la esquina. No lo logramos, porque no tuvimos la fuerza y la perseverancia, el coraje y el patriotismo de hacer las cosas bien.
Basta ver la literatura de fines del siglo pasado, cuando muchos Presidentes, y estoy hablando de tiempos recientes, también prometieron que Chile iba a llegar al Bicentenario como un país desarrollado. Tampoco lo logramos.
Ésta es la tercera vez en que nos hemos propuesto esta meta, y yo estoy seguro que la tercera va a ser la vencida.
Y quiero también expresar mi profunda alegría y gratitud por el nuevo clima político que se está empezando a vivir en nuestro país.
Da la impresión que por fin nuestro país está reaccionando y se está dando cuenta que es la unidad lo que nos hace fuertes y la división lo que nos hace débiles y lo digo por hechos muy concretos.
Ayer, en un solo día, logramos acuerdos grandes, amplios y sólidos en tres materias fundamentales: se aprobó en la Cámara de Diputados la eliminación del 7% de descuento de salud para todos los pensionados del pilar solidario y una reducción significativa, lo cual va a favorecer a más del 80% de nuestros pensionados.
Se aprobó ayer, también en forma muy amplia y unánime, la creación del Sernac Financiero. Y aquí quiero decir que nuestro compromiso como Gobierno con proteger a nuestros consumidores para que no sean abusados y nuestro compromiso como Gobierno con proteger a nuestros trabajadores, para que sus derechos sean respetados, es un compromiso que tiene la fuerza de el alma y el corazón que estamos poniendo en estas dos tareas.
Ayer también se logró un acuerdo que significa acelerar significativamente el proceso de reconstrucción, particularmente en el área de vivienda.
En un solo día logramos tres acuerdos que van a significar cambios significativos en la calidad de vida de los chilenos.
Y por eso quiero decir como Presidente que aprecio y agradezco esta nueva actitud que está surgiendo en nuestro país, después de tantas semanas de tantas protestas, tomas, violencia, destrucción, que a la larga sólo causan sufrimiento y dolor.
En cambio, el camino del diálogo, el camino de los acuerdos, el camino del trabajo serio y responsable, el camino de la colaboración, es el que nos va a conducir a hacer de Chile un país mucho mejor.
Finalmente, quiero también anunciar que en el día de ayer tomamos una decisión, que fue declarar zona de catástrofe muchas comunas de la Región de La Araucanía que están siendo golpeadas por los peores temporales y nevazones de los últimos 25 años, y que también han causado mucho sufrimiento, mucha destrucción y mucho dolor.
Afortunadamente la reacción del Gobierno fue prácticamente instantánea. Mañana voy a visitar personalmente muchas de las comunas que han sido afectadas por este verdadero temporal blanco, para mirar y asegurarme con mis propios ojos que la ayuda está llegando.
Ese es el Chile que queremos y ese es el Chile que la inmensa mayoría de los chilenos espera que los que tenemos liderazgo político, seamos capaces de liderar y conducir.