Ciudad del Vaticano, 25 abril 2014 (VIS).- El Santo Padre ha enviado un vídeo mensaje a los fieles polacos, compatriotas del Papa Juan Pablo II, y un mensaje escrito a los ciudadanos de Bérgamo, provincia a la que pertenece el pueblo de ''Sotto il Monte'' en el que nació el Papa Juan XXIII.
En el vídeo mensaje, retransmitido por la Televisión Polaca (TVP) y por la Radio polaca, el Papa reconoce su alegría por haber sido llamado a proclamar la santidad de Juan Pablo II y agradece al Papa polaco ''su incansable servicio, su guía espiritual, el haber introducido a la Iglesia en el tercer milenio de la fe y su extraordinario testimonio de santidad''. Francisco recuerda las palabras que el Papa emérito Benedicto XVI utilizó para describir al Papa Wojtyla en la homilía de beatificación de mayo de 2011: ''Ha abierto a Cristo la sociedad, la cultura, los sistemas políticos y económicos, invirtiendo con la fuerza de un gigante -fuerza que le venía de Dios- una tendencia que podría parecer irreversible. Con su testimonio de fe, de amor y de valor apostólico, acompañado de un gran carisma humano, este hijo ejemplar de la nación polaca ayudó a los cristianos de todo el mundo a no tener miedo de llamarse cristianos, de pertenecer a la Iglesia, de hablar del Evangelio. En una palabra: él nos ayudó a no tener miedo de la verdad, porque la verdad es garantía de libertad''.
Por otra parte, Francisco, en el texto enviado a los bergamascos, publicado en el periódico provincial de la ciudad ''L'Eco di Bergamo'', en el que el Papa Roncalli colaboró durante sus años de sacerdote, invita a los ciudadanos a ''dar gracias al Señor por el gran don que su Santidad ha sido para la Iglesia universal'', animándoles a ''apreciar la memoria de la tierra en la que se ha germinado. Una tierra hecha de profunda fe vivida en la vida cotidiana, de familias pobres, pero unidas por el amor del Señor, y de comunidades capaces de compartir en la simplicidad''.
El Papa recuerda que la renovación propuesta por el Concilio Vaticano II abrió un camino y que ''es motivo de alegría especial que la canonización del Papa Roncalli se produzca junto con la del beato Juan Pablo II, que durante su largo pontificado continuó esa renovación''. Asimismo el Papa espera que ''la sociedad civil pueda inspirarse siempre en la vida del Papa de Bérgamo y en el ambiente que lo creó, buscando formas nuevas y adaptadas a los tiempos con el fin de construir una vida basada en los valores perennes de la fraternidad y de la solidaridad''.