Por Malullaco.-En esta ocasión las señoras de la cofradía Doña Gontrodo decidieron celebrar el encuentro del mes de abril, en un restaurante la mar de singular. Situado en el corazón del Oviedo antiguo, el Restaurante El Fontán, tal como el propio nombre nos revela, está en pleno mercado del Fontán, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Pero cuando decimos que está en pleno mercado, queremos decir que está dentro de la misma l plaza cubierta.
Este mercado del Oviedo clásico que fue ubicado en lo que fuera el solar de un colegio desaparecido por derribo en el año 1882. Y miran por donde, que lo que fuera un colegio para la enseñanza de Teología y Buenas Letras, se convertiría en el silo XX en nuestro mercado más tradiciona,l en el que se ubica un buen restaurante. El propietario Luis Fernández, un cangués procedente de la tierra vitivinícola del Principado y con amplia andadura por el sector hostelero, se fijó en este enclave muy cercano a la Plaza Mayor o Consistorial y separado por amplios ventanales del bullicio cotidiano de la Plaza del Fontán, para montar un restaurante que tiene sobre todo, la posibilidad de tener al alcance de la mano, una gran variedad productos para abastecer las elaboraciones que salen de su cocina. Nunca mejor dicho lo de “cocina de mercado”, una expresión muy en boga en la actualidad dentro del gremio. Aquí tiene Luis al alcance de su mano, los mejores productos y los más frescos.
Un altillo, al que se llega por medio de una amplia escalera, te sitúa dentro del restaurante, que tiene otra entrada al costado de la iglesia de San Isidoro Esta entrada resulta más sinuosa que la referida, pero se utiliza igualmente ya que está como se sabe, muy cerca de la Plaza Consistorial.
La mayoría de las cofrades que asistieron a esta comida del mes de abril, mercadearon infinidad de veces por esta plaza, pero no habían tenido ocasión de conocer el restaurante.
A la hora estipulada, las recibió el propietario con cortesía, ubicándolas en un comedor bien iluminado y con una vista sorprendente de todos los puestos de venta de carnes, pescados, verduras etc., etc. que tantas veces visitaron y que desde esta panorámica ofrecían una visión muy distinta.
Como siempre, se eligió el menú del día, consistente el primer plato en menestra del tiempo y también un arroz meloso de mariscos, a tenor de lo que cada cual eligiera.
Unos escalopines con salsa de cabrales con patatas fritas fue el segundo plato. Después vendrían postres caseros variados y con el café, agua y vino se cumplimentó el menú esta vez.
Como es norma de la cofradía, se entregaría al dueño Luis Fernández, un diploma encuadrado, como recuerdo de la cofradía en su visita al restaurante.
Las asistentes en esta ocasión fueron: Elena, María Victoria, Maricarmen, Cari, Lidia, Estela, María Luisa, Margarita, María Luisa Bengoa y Aránzazu.
El próximo mes de mayo, el destino será el Restaurante del Gran Hotel España, con ocasión del Gran Capítulo de la Cofradía Doña Gotrodo. Es el evento más importante que celebra la cofradía cada dos años. Recibirán a cofradías procedentes de distintos puntos de España, así como de Bélgica, Francia y Portugal.