Madrid.-Mariano Rajoy ha defendido en el Congreso de los Diputados la posición del Gobierno ante la propuesta del Parlament de delegar en Cataluña la competencia para convocar un referéndum sobre su futuro político.
Durante su intervención, el jefe del Ejecutivo ha expuesto las razones por las que no se puede atender esta petición: "Ni la competencia que demandan es transferible, ni el propósito para el que la solicitan es conforme a la ley". Ambas cosas, ha dicho, "chocan abiertamente contra la Constitución".
El presidente ha recordado que la Constitución, que fue aprobada en Cataluña con el referendo del 90,4% de los ciudadanos que acudieron a las urnas, atribuye al Estado la competencia exclusiva en materia de referéndum. "La titularidad de las competencias exclusivas es indelegable. Si este Parlamento tuviera la potestad de transferir la titularidad de todas las competencias exclusivas, estas Cortes tendrían la posibilidad de liquidar la Constitución y el Estado mismo sin el concurso ni la aprobación del conjunto de los españoles", ha dicho.
Rajoy ha resaltado que tampoco está permitido autorizar un referéndum cuyo propósito sea radicalmente contrario a la Constitución. "Lo que pretende ese referéndum, independientemente de los eufemismos con que se camufle, es proclamar una soberanía que no existe porque nuestra Constitución no la reconoce", ha subrayado.
El presidente ha reiterado que "ni este Gobierno, ni las Cortes Generales, ni el Parlamento de Cataluña pueden legítimamente privar de manera unilateral al conjunto del pueblo español, único titular de la soberanía, de su derecho a decidir sobre el futuro colectivo
Los costes de la ruptura
Rajoy ha negado que Cataluña sufra "una opresión insoportable" y un trato discriminatorio respecto a otras comunidades; además, ha recordado que nunca ha disfrutado de un nivel de autogobierno como el actual. El presidente también ha rechazado lo que, a su juicio, es una tergiversación del significado del derecho a decidir: "Los habitantes de cada comunidad autónoma tienen derecho a escoger quién gobierna su autonomía, pero no tienen ningún derecho a decidir qué hemos de hacer con España". Y ha defendido que votar no basta para que un acto sea democrático, pues "la esencia de la democracia es el respeto a la ley".
El jefe del Ejecutivo ha subrayado la importancia de explicar las consecuencias que la ruptura con el resto de España tendría para los ciudadanos que viven en Cataluña, como la pérdida de riqueza o la salida de la Unión Europa y del euro, de la ONU y de los tratados internacionales. "Cuando alguien está planteando a la gente una deriva que les obliga a escoger, a optar o a renunciar a una parte de lo que ahora tienen, debe tener la honestidad de contar también los riesgos y el coste de esa renuncia", ha manifestado.
Además, Mariano Rajoy ha señalado que quienes no están conformes con el modelo actual cuentan con la opción de iniciar los trámites para reformar la Constitución. Ha insistido, igualmente, en su disposición al diálogo, "siempre, como es obvio, que se produzca dentro de los límites que nos exige la Constitución y sobre aquellas cuestiones que la Constitución nos permite dialogar".