Susana López Ares defiende que Oviedo, Gijón y Avilés tengan un distrito único, no divisiones por zonas, y avanza que si la iniciativa sale aprobada y el Principado la incumple, los populares la elevarán a ley
La diputada regional Susana López Ares, portavoz popular de Educación en la Junta General del Principado, ha presentado hoy la proposición no de ley que el Partido Popular defenderá mañana ante el Parlamento regional: la conversión de las tres grandes ciudades del Principado en un distrito único escolar con libertad de elección de centro, de forma que sean los padres, no la consejería “quienes decidan, conforme a sus intereses y necesidades, dónde van a estudiar sus hijos”. Una propuesta enraizada desde siempre en las bases del PP, que afectaría a los centros sostenidos con dinero público –públicos y concertados- y que la diputada confía en que salga adelante con el apoyo de otros grupos.
La parlamentaria criticó que, ya iniciado el proceso de admisión en los centros asturianos de enseñanza obligatoria, el Principado “siga aplicando el mismo modelo de zonificación de siempre”. “Así, es la consejera o consejero de turno quien decide a qué centro acuden los alumnos”, denunció López Ares. Un sistema en el que, contra la libertad que defiende el Partido Popular, lo que más pesa y determina el resultado final es el lugar de residencia o trabajo. Una fórmula que, además, lleva a rocambolescas situaciones como que, en el caso de Gijón, a alumnos de una misma calle les correspondan colegios distintos según en qué acera se levante su vivienda, al ser la vía divisoria entre zonas.
“En la mayoría de los casos es nuestra situación sociolaboral la que marca en qué lugar vivimos, por lo que extender esa realidad al acceso a un centro educativo no es precisamente algo muy equitativo para el alumno de cara a garantizar la igualdad de oportunidades, más bien al contrario”, apuntó la diputada.
Según el modelo del Partido Popular que mañana se someterá a votación, Oviedo, Gijón y Avilés serían, cada una de ellas, un distrito único en el que, a la hora de proceder a la admisión escolar, tendría más peso, por ejemplo, la escolarización de otro hermano en el centro, o que los padres sean antiguos alumnos. “Defendemos la libertad, y queremos centros diversos y enriquecedores, no de características uniformes”, explicó López Ares.
Los incumplimientos de Javier Fernández con el Parlamento
Unida a esta libertad de elección, la nueva ley orgánica de Mejora de la Calidad de la Enseñanza (LOMCE) permitirá, gracias a las evaluaciones, conocer los resultados académicos de cada centro, que se harán públicos. También dará mayor autonomía a los colegios, para que favorezcan la diversidad y enfaticen, por ejemplo, una tercera lengua, o determinadas actividades extracurriculares. “Todo esto dará a los padres un conocimiento más real de los centros, que trabajarán para ser elegidos”, añadió la diputada.
A preguntas de los periodistas Susana López Ares abordó la posibilidad de que, aunque su proposición de ley salga aprobada, el Gobierno autonómico socialista no la aplique. “Tienen la responsabilidad de cumplir con las orientaciones de esta Junta General, como órgano de representación de todos los ciudadanos”, advirtió la diputada. Si, “pasado determinado tiempo", no fuera así, “estaríamos en disposición de trasladar a la Junta ya una proposición de ley”, sentenció.