El maestro asturiano conduce mañana a la OSPA en el homenaje al compositor neoyorkino John Williams
Redacción.- Con todo el aforo vendido desde hace una semana, Óliver Díaz llega al Centro Niemeyer de Avilés, invitado por la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, OSPA.
Residente desde hace años en Madrid y titular de la Barbieri Symphony Orchestra, el director gijonés regresa otra vez a casa con el aval del extraordinario éxito conseguido al frente de la formación asturiana y el grupo irlandés de música folk Altan en un espectáculo memorable, celebrado el pasado mes de enero, en el Teatro de la Laboral.
Y lo hace para conducir desde el podio dos conciertos que, bajo el título «Varitas y estrellas», rinden homenaje al célebre compositor John Williams. En la doble cita musical ?que tendrá lugar mañana viernes, día 28, y el sábado 29 de marzo, a las siete de la tarde? confluyen las bandas sonoras originales creadas por el distinguido músico estadounidense para dos películas de especial renombre y popularidad: «La guerra de las galaxias» y «Harry Potter y la piedra filosofal».
UN DIRECTOR EN ALZA
Díaz se mostró «muy contento por volver a dirigir una orquesta en creciente progresión como la OSPA» y muy ilusionado porque, desde los tiempos en que impulsara el programa didáctico «Música, maestro» para familias y escolares con la Orquesta Sinfónica Ciudad de Gijón, «siempre resulta muy gratificante hacer música para públicos jóvenes y no sólo para amantes del género estrictamente clásico».
Portugal, Francia, Alemania, Rumanía, Estados Unidos y próximamente Perú, son algunos de los países, junto con España, donde nuestro director viene consolidándose como una de las batutas con más talento y mayor proyección internacional.
Para él, Williams es «un compositor virtuoso, asombrosamente prolífico, aclamado por la factoría audiovisual y uno de los máximos representantes de la música para la escena de los últimos 60 años».
UN GENIO DE PELÍCULA
Tras firmar las bandas sonoras de series televisivas tan recordadas como «El virginiano» o «Viaje al fondo del mar», Williams aterrizó en la industria cinematográfica y consiguió cinco «Oscars», cinco «Globos de Oro» y media docena de premios «Grammy». A él se debe la música de cintas de culto como «El violinista en el tejado», «Tiburón», «E. T., el extraterrestre», «La lista de Schindler» y «La guerra de las galaxias», considerada por el American Film Institute la mejor banda sonora norteamericana de todos los tiempos.
Nacido en Nueva York en 1932 y autor, asimismo, de conciertos y composiciones musicales de corte sinfónico, fue director de la mítica Boston Pops Orchestra y condujo formaciones del calibre de la London Symphony Orchestra o de las sinfónicas de Chicago y Filadelfia.
Buena parte de su formación musical discurrió en la Juilliard School of Music, prestigiosa institución neoyorkina en la que Óliver Díaz consiguió en 2002 ser el primer músico español seleccionado, admitido y premiado con la beca «Bruno Walter» de dirección de orquesta y donde estudió con maestros de la talla de Otto Werner Mueller, Charles Dutoit y Yuri Temirkanov.