La bailaora Rocío Molina ha admitido hoy en Santander que si no consigue mantener su profesión en España porque la “lucha” es “demasiado grande”, se irá donde le “ayuden” y le tomen con “un poquito de seriedad”. “En este país es bastante difícil hacer un proyecto y recuperarse para poder emprender otro”, añadió.
Con estas reflexiones sobre la situación que atraviesan los artistas flamencos más jóvenes a la hora de iniciar sus carreras, la que fuera galardonada con el Premio Nacional de Danza en 2010 participó en una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) horas antes de presentar en el CASYC el espectáculo flamenco ‘Vinática’.
Aunque reconoció que las “peleas” constantes que se encuentran en el camino dotan a los artistas de “otra fuerza” que hace que “todo sea más especial”, confesó que entre los creadores más jóvenes existe el sentimiento compartido de abandonar este país porque los teatros piden proyectos “buenos, bonitos y baratos” y ellos cada vez necesitamos afrontar “trabajos mejores”.
En este sentido, la bailaora añadió que en el extranjero los artistas están valorados “como lo que son” y no como personas que “siempre” están esperando la inspiración sin “hacer nada” hasta que ésta llega. “Las cosas no son así”, señaló Molina para quien el arte es “un medio de expresión” con el que reivindicar los mensajes que la gente reclama.
Sobre el montaje que le ha traído a Santander, Molina explicó que se trata de una reflexión con el vino como hilo conductor de un espectáculo que nació “olvidándose y deformando la técnica” y que busca alcanzar el límite en los movimientos del cuerpo “como las personas ebrias que se encuentran al borde del abismo”.
Para la bailaora ‘Vinática’ es, además, una obra con “mucha percusión” que busca “sacar el ruido” que hay dentro de sí misma a través de “un juego con el silencio”. Para terminar y preguntada por sus próximos proyectos, Molina avanzó que está “pensando” en una propuesta “muy íntima” que tendrá que presentar en mayo. “Aunque aún está muy verde, me llaman la atención las limitaciones físicas y los defectos que pueden convertirse en virtudes”, concluyó.