Oviedo.- Un rapto o un secuestro, eso es lo que pensó en la mañana del jueves un pequeño ovetense que se encontraba en el interior del coche de su padre, quien bajó un minuto al quiosco a comprar unos 'chuches' para la hermana del niño, cuando la grúa municipal, que tal parecería estaba al acecho, enganchó el vechículo, pese a los gritos aterrados del chaval, y marchó con él dentro. El padre tuvo que correr tras la grúa agitando los brazos y profieriendo gritos de alto, a su vez, sin que los recaudadores del Ayuntamiento se diesen por enterados durante un tiempo.

No contentos con el impresentable suceso, han propuesto para sanción al padre alegando que los insultó, seguramente esperándo que los felicitase por el angustioso 'enganche' y arrastre del coche con el menor dentro y les diese para tomar un café.

Como destacan hoy varias emisoras locales, es la segunda vez en poco tiempo que la voraz grúa municipal ovetense comete un hecho similar. ¿Será que lo permite la nueva Ley de 'inseguridad' vial aprobada hoy en el Congreso?